Los poetas defienden su condición íntima, minoritaria y secreta

18 autores de varias generaciones recitan su obra en la Casa de América de Madrid

Casi una veintena de voces poéticas de diferentes estilos, países y generaciones se reúnen desde ayer en la Casa de América de Madrid. De Ángel González, Mario Benedetti y Óscar Hahn a Javier Cánaves, Vicente Gallego, Pedro Shimose, Delia Domínguez, Joan Margarit o Luis Muñoz, entre otros. Dos jornadas dedicadas a la poesía en las que los autores, lejos de quejarse por no arrastrar masas, defienden su condición marginal y minoritaria. "La poesía debe ser un género para iniciados, un género secreto e íntimo", apuntó el poeta colombiano Samuel Serrano.

La voz del escritor uruguayo Mario B...

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Casi una veintena de voces poéticas de diferentes estilos, países y generaciones se reúnen desde ayer en la Casa de América de Madrid. De Ángel González, Mario Benedetti y Óscar Hahn a Javier Cánaves, Vicente Gallego, Pedro Shimose, Delia Domínguez, Joan Margarit o Luis Muñoz, entre otros. Dos jornadas dedicadas a la poesía en las que los autores, lejos de quejarse por no arrastrar masas, defienden su condición marginal y minoritaria. "La poesía debe ser un género para iniciados, un género secreto e íntimo", apuntó el poeta colombiano Samuel Serrano.

"España vive de espaldas a la riqueza de la poesía hispanoamericana"

La voz del escritor uruguayo Mario Benedetti cerraba ayer la primera jornada del III Festival La Poesía Tiene la Palabra. Arrancó la noche Javier Cánaves, un mallorquín nacido en 1973 cuyo útimo libro, Al fin has conseguido que odie el blues, ha obtenido el premio de poesía Hiperión de este año. En el poema Septiembre, dice: "Derrotero implacable, todo avanza / en busca de su fin. Del otro lado, / sillas amontonadas, inservibles / -ahora que el sol ya busca otros veranos- / como el recuerdo de los días buenos / en mitad de un diluvio o de un adiós".

Junto al joven poeta, y horas antes del recital, Óscar Hahn (Iquique, Chile, 1938) explicó su lectura: "Leeré unos poemas de mi libro anterior, Apariciones profanas, un libro que tiene una significación especial porque fue escrito en un momento muy malo de mi vida personal. Durante todas esas turbulencias y dramas que viví durante dos años escribí un libro que luego me costó reconocer como mío. A uno le gustan los poemas suyos por razones extraliterarias. Ahora, que los demás vean si los desastres de mi vida personal dieron o no poemas desastrosos".

Su compatriota, la poeta de la generación de los cincuenta Delia Domínguez ("soy una mujer silvestre que siente lo que dice y dice lo que siente") se describió así: "Vengo desde los bosques patagónicos del fin del mundo. Vivo en una región de lagos y volcanes y desde ahí he querido traer la voz mestiza, la voz de los jóvenes poetas mapuches. Pienso leer -o sentir; porque el poeta no lee, el poeta siente- poemas de mi libro La gallina castellana y otros huevos, un título poco poético, lo sé".

Sobre la relación de los poetas españoles con los hispanoamericanos, el granadino Luis Muñoz (premio Hiperión en 1991) señaló: "Me gustaría que la realidad fuera de otra manera, pero lo cierto es que España vive de espaldas a la riqueza de la poesía hispanoamericana. La poesía española tiene su propia lógica interna, quizá demasiado interna. Los dos únicos poetas hispanoamericanos que han roto esa lógica han sido Rubén Darío y Pablo Neruda. La importancia de un encuentro de poesía de este tipo es que rompe esa lógica interna y abre las ventanas". Para Muñoz, las lagunas de edición "son enormes. Yo, como poeta español, siento esas lagunas. En mis viajes a Latinoamérica he descubierto muchas veces, con vergüenza, a grandes poetas cuyos nombres aquí ni sonaban". En El poema interrumpido (del libro Manzanas amarillas, III Premio de Poesía Ciudad de Córdoba), Muñoz escribe: "Equivocó el esfuerzo al engañarse, / su razón y su dicha. / Y un veneno endulzado impregnó su destino / como labios de grana, y la vida le supo / feroz y luminosa, parva y suculenta, / igual que al escribirla".

"En la poesía, lo importante es la actitud poética", señala Margarita Hernando de Larramendi. "La poesía está para demostrar que en la vida lo importante no es sólo lo que nos viene impuesto". La poeta leyó versos de Las palabras perdidas y otros poemas y El tiempo detenido. "Busco una mirada directa a las cosas", aseguró.

En la primera jornada del III Festival La Poesía Tiene la Palabra, organizado en colaboración con la Dirección General del Libro, intervinieron también Benjamín Prado y el mexicano Eduardo Vázquez Martín. Hoy terminan las jornadas con la lectura de Alejandro Burgos, Delia Domínguez, Vicente Gallego, Joan Margarit, Andrés Neuman, Cristina Peri Rosi, Carlos Rubio y Pedro Shimose, entre otros.

De izquierda a derecha, los poetas Eduardo Vázquez Martín, Margarita Hernando de Larramendi, Samuel Serrano, Delia Domínguez, Asunción Ansorena (directora de la Casa de América), Óscar Hahn, Luis Muñoz, Diego Valverde, Javier Cánaves y Carlos Rubio.LUIS MAGÁN

Un estado de resistencia

"Estas celebraciones poéticas tienen siempre algo de reto porque la poesía, más que un lenguaje, más que una forma de pensar, es un estado de resistencia", afirmó el poeta Eduardo Vázquez Martín (Ciudad de México, 1962), que añadió: "Un encuentro de poetas siempre causa cierta inquietud, ya que pone otra vez sobre la mesa la vigencia de la palabra poética".

"Un festival de este tipo permite acercar la poesía", continuó el colombiano Samuel Serrano (Fundación, 1964), "pero no podemos olvidar que la poesía es un género de pequeñas cofradías, son esas cofradías las que la mantienen viva. No aspiramos a que llegue a ser multitudinaria porque la poesía es para iniciados y me gusta que sea así: un género secreto e íntimo".

"Las reuniones de poetas tienen siempre algo peculiar", afirmó Diego Valverde (Lima, Perú, 1967), "se sabe que sólo vienen los que les gusta mucho la poesía y por eso sabes que estás con gente que te comprende dentro de este solitario hacer".

"Vengo a leer y vengo a escuchar", apuntó el granadino Luis Muñoz (1961). "Un festival como éste es la celebración de las cosas esenciales de la poesía, y la poesía sirve ante todo para despertar nuestra conciencia".

Parafraseando a Juan Ramón Jiménez ("no se es débil por ser fino, sino por ser exterior"), el poeta añadió: "Así que pongamos de relieve el interior".

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