Del campo de arroz a la biotecnología

Los antiguos dueños de Herba se convierten en los segundos accionistas de Ebro Puleva

La familia Hernández, antigua propietaria de la arrocera Herba, se ha convertido, a través del Instituto Hispánico del Arroz (Hisparroz), en el segundo accionista de Ebro Puleva. Tras la compra del 4,24% a Mercasa, por 50,5 millones de euros, los Hernández pasan a controlar el 11,16% de la sociedad, sólo por detrás del grupo francés Saint Louis, que mantiene el 13,7%.

Elías Hernández Barrera, de origen soriano, se inició en la producción y transformación del arroz hace más de tres décadas, en Sevilla. Fundador de la estirpe económica familiar, ha sido pieza clave en que Herba se convirt...

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La familia Hernández, antigua propietaria de la arrocera Herba, se ha convertido, a través del Instituto Hispánico del Arroz (Hisparroz), en el segundo accionista de Ebro Puleva. Tras la compra del 4,24% a Mercasa, por 50,5 millones de euros, los Hernández pasan a controlar el 11,16% de la sociedad, sólo por detrás del grupo francés Saint Louis, que mantiene el 13,7%.

La familia Hernández controla el 11,16% de Ebro Puleva, el mayor paquete accionarial después del 13,7% del grupo francés Saint Louis

Elías Hernández Barrera, de origen soriano, se inició en la producción y transformación del arroz hace más de tres décadas, en Sevilla. Fundador de la estirpe económica familiar, ha sido pieza clave en que Herba se convirtiera en líder del sector arrocero, tanto en España como en Europa. Ahora, la familia Hernández, con Antonio Hernández Callejas a la cabeza de Hisparroz, sin hacer ruido, es casi el árbitro de Ebro Puleva, la primera empresa agroalimentaria española, líder en los sectores de leches, azúcar y arroz y embarcada también en el sector de la biotecnología.

Durante la última década, la familia Hernández ha recibido de Ebro, bajo sus diferentes denominaciones (Ebro Agrícolas, Azucarera Ebro y Ebro Puleva), unos 167 millones de euros por Herba, mientras que para hacerse con el 11,6% de Ebro Puleva han invertido unos 140 millones de euros.

En 1989, con el Grupo Torras como accionista mayoritario en Ebro Agrícolas y Manuel Guash como presidente, éste grupo puso en marcha una ofensiva compradora en diferentes sectores agroalimentarios, entre los que se hallaba la arrocera Herba. Ebro se hizo en varias fases con el 60% de esa sociedad por 10.000 millones de pesetas de aquel año, 60 millones de euros, dejando la gestión de la sociedad en manos de la familia Hernández.

Pero la decisión de los dueños de Herba de tomar posiciones en la empresa azucarera no se ha producido de repente. En 1988, la familia Hernández, con el apoyo de Manuel Guasch y de José Pérez Pla, consejero y asesor de la ministra de Agricultura Loyola de Palacio, fueron uno de los grupos que jugaron fuerte para apoyar a esta última en la compra del 18% del Grupo KIO para facilitar la fusión entre Ebro y la Sociedad General Azucarera. Los Hernández se hicieron en aquellas fechas con un paquete del 5%, por 7.600 millones de pesetas, 45,68 millones de euros. La entonces ministra de Agricultura quería a los Hernández con más poder en el grupo confiada en que su presencia obedecía, no a razones de coyuntura, sino a un deseo de continuidad.

La acción más importante en esta escalada de poder de la familia en el actual Grupo Ebro Puleva se produjo a finales de 2001, con José Manuel Fernández Norniella como presidente de la azucarera. Ebro Puleva, con los recelos de algunos consejeros por el precio elevado fijado para la operación, decidió comprar el 40% restante de Herba por 106,6 millones de euros. Los responsables del grupo justificaron la compra como algo necesario para lograr directamente el control de la gestión de la arrocera que estaba en manos de los Hernádez. El precio alto pagado se justificó igualmente porque ello suponía para el grupo agroalimentario un importate ahorro en materia fiscal.

Mayor presencia

Esta operación de venta sirvió al grupo sevillano para seguir aumentando su presencia en Ebro Puleva con la compra de un 3%, por 46,5 millones de euros. Con esta operación, los Hernández afianzaron su poder en la estructura de la sociedad hasta controlar el 6,92% del accionariado. Antonio Hernández logró, además, no sólo mantener la presidencia de Herba, sino que se incorporó al consejo de administración de Ebro Puleva con una vicepresidencia.

La decisión última de comprar el 4,2% de Mercasa confirmó no sólo la apuesta de los Hernández por el primer grupo agroalimentario español, sino también el interes de la Adminsitración de que sean ellos y no otros los accionistas que ganen peso en el grupo.

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