Un ex alto cargo de Medio Ambiente dice que Rontealde arrancó en situación muy "negativa"

Juan Ignacio Escala, director de Calidad Ambiental del Gobierno cuando se produjo el escape tóxico en Barakaldo en 1994, declaró ayer en el juicio que se sigue por este suceso que la empresa química Rontealde arrancó su planta en "condiciones metereológicas enormemente negativas e inadecuadas". Escala, entonces número tres del Departamento de Medio Ambiente, culpó a Rontealde del escape de dióxido de azufre (SO2), tras el que murió un vecino de Barakaldo y otra veintena sufrió problemas respiratorios, y agregó: "Estábamos preocupados" por la tardanza de la empresa en ofrecer l...

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Juan Ignacio Escala, director de Calidad Ambiental del Gobierno cuando se produjo el escape tóxico en Barakaldo en 1994, declaró ayer en el juicio que se sigue por este suceso que la empresa química Rontealde arrancó su planta en "condiciones metereológicas enormemente negativas e inadecuadas". Escala, entonces número tres del Departamento de Medio Ambiente, culpó a Rontealde del escape de dióxido de azufre (SO2), tras el que murió un vecino de Barakaldo y otra veintena sufrió problemas respiratorios, y agregó: "Estábamos preocupados" por la tardanza de la empresa en ofrecer luego información.

En la sexta sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Vizcaya, el ex director de Calidad Ambiental fue más categórico que otros ex responsables del Ejecutivo. Su superior, el ex viceconsejero Xabier Garmendia recurrió al "no recuerdo" en reiteradas ocasiones en su declaración el pasado lunes, no pudo precisar si Rontealde colaboró con el Gobierno y se limitó a decir que el Gabinete tenía la "convicción racional" de la culpabilidad de la factoría química. El entonces jefe de Contaminación Atmosférica, Francisco Javier Uribarri, incluso puso en duda la responsabilidad de Rontealde y calificó de "precipitada" la decisión de su cierre cautelar.

Escala testificó ayer que la paralización de la actividad de Rontealde aquel 21 de octubre de 1994 fue "adecuada", porque ya que se "estaba produciendo una arrancada [puesta en marcha de la planta] que no era buena, lo más razonable era parar". Agregó que "quedaba bastante clara" la responsabilidad de la firma, ya que en esa zona "no hay ninguna otra actividad que pueda generar tantas emisiones de dióxido de azufre en un momento concreto".

Tres veces más

El ex director de Calidad Ambiental descartó la tesi, que durante el juicio está abanderando la defensa de los tres directivos procesados, de la responsabilidad de otras empresas, como la térmica de Santurtzi o Petronor. De la primera, afirmó que "siempre avisaba antes de arrancar" y sobre Petronor aseveró que sólo podía emitir los gases tóxicos "si sufriera una avería y eso no sucedió ese día".

Pedro Garamendi, forense del juzgado de Barakaldo, manifestó de su lado que el día del escape se registraron índices de dióxido de azufre tres veces superiores a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para niños, ancianos y personas con problemas respiratorios. Aseveró que la causa más probable del fallecimiento y las afecciones a una veintena de personas fue la "inhalación" de SO2.

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Dos peritos del Instituto Nacional de Toxicología se ratificaron en el informe que consideró como motivo más probable de la muerte la inhalación tóxica y que descartó otras causas del fallecimiento. El juicio se prolongará todavía la próxima semana.

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