Crece la preocupación en Asia por un repentino incremento de la neumonía

Hong Kong sufrió ayer un fuerte revés en la lucha contra la neumonía asiática. Un total de cinco personas fallecieron y 42 resultaron infectadas en la ex colonia británica. Fue la mayor cifra de víctimas mortales que se ha registrado en las últimas semanas. Cuatro de ellas eran personas que tenían buena salud antes de contagiarse, lo que ha incrementado la preocupación de las autoridades sanitarias. Cathay, la principal aerolínea de Hong Kong, ha advertido de que podría dejar toda la flota en tierra si el tráfico aéreo continúa cayendo como hasta ahora.

Desde que China detectó el primer...

Hong Kong sufrió ayer un fuerte revés en la lucha contra la neumonía asiática. Un total de cinco personas fallecieron y 42 resultaron infectadas en la ex colonia británica. Fue la mayor cifra de víctimas mortales que se ha registrado en las últimas semanas. Cuatro de ellas eran personas que tenían buena salud antes de contagiarse, lo que ha incrementado la preocupación de las autoridades sanitarias. Cathay, la principal aerolínea de Hong Kong, ha advertido de que podría dejar toda la flota en tierra si el tráfico aéreo continúa cayendo como hasta ahora.

Desde que China detectó el primer caso en noviembre, el número de muertos por la neumonía asiática en el mundo asciende ya a 132 (nueve de ellas se produjeron ayer) y el número de infectados a 3.295, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La jornada del domingo supuso un fuerte golpe para los especialistas que luchan en la ex colonia contra la enfermedad, ya que pensaban que al tener 40, 41, 45 y 52 años de edad, estos enfermos contaban con muchas posibilidades de recuperarse con el tratamiento a base de antivirales y esteroides. Muchas de las víctimas que se habían producido hasta ahora padecían enfermedades crónicas del corazón o el riñón.

Una muestra de la inquietud que ha creado el denominado síndrome respiratorio agudo grave (SARS, en sus siglas en ingles) es la reunión que mantuvieron el sábado en la ciudad fronteriza de Shenzhen el jefe del Gobierno de Hong Kong, Tung Che Hwa, y el presidente chino, Hu Jintao.

Tung le dijo a Hu que "no puede decirse en este momento que la enfermedad se encuentre bajo control efectivo". Utilizó las mismas palabras que Pekín emplea desde hace semanas para afirmar que, en el continente, la neumonía atípica está controlada, pero con un "no" delante. Sin embargo, añadió que su Gobierno "básicamente comprende la naturaleza de la enfermedad, su modo de transmisión y cómo tratarla mejor".

Código genético del virus

Mientras tanto, en Canadá, un equipo de científicos del Centro de Ciencias del Genoma de Vancouver asegura que han secuenciado el genoma del virus, lo que supone un primer paso para desarrollar un test para diagnosticar la infección. Los métodos utilizados ahora -test de anticuerpos, test molecular y cultivo celular- para identificar el coronavirus son bastante ineficaces, ya que requiere dos o tres semanas determinar si un paciente está produciendo anticuerpos mediante una prueba sanguínea.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el sábado incluir a Pekín en la lista de zonas afectadas por la neumonía, porque se ha detectado que hay transmisión local. La capital china se suma así a las provincias de Guangdong, donde surgió el primer brote, y Shanxi (ambas en China); Hong Kong, Taiwan, Toronto (Canadá) y Hanoi (Vietnam).

Un equipo de la OMS ha sido invitado por el Departamento de Salud de Pekín a visitar los hospitales y revisar la situación en esta ciudad. Las reuniones, que comenzaron el pasado viernes, proseguirán esta semana.

Pero la neumonía ya está pasando una elevada factura a la economía tanto en China como en otros países asiáticos. Una de las compañías más afectadas ha sido Cathay. La principal aerolínea de Hong Kong y cuarta de Asia ha advertido de que si el tráfico continúa cayendo podría dejar en tierra toda su flota de aviones de pasajeros. La afirmación realizada en un comunicado interno por el director de operaciones de la empresa fue posteriormente rebajada de tono por una portavoz.

Pero las cifras no perdonan: el tráfico de Cathay ha pasado de 30.000 pasajeros diarios a 10.000, y está perdiendo tres millones de dólares al día. Según el comunicado, el número de pasajeros podría caer a menos de 6.000 diarios, momento en el que habría que considerar anclar la flota en tierra. De momento, la aerolínea ha reducido un 42% de los vuelos.