Una planta de residuos dará energía dentro de tres años a 16.000 alaveses

La UE costeará el 60% de los 21 millones que cuesta el proyecto

La bolsa de basura de los ciudadanos alaveses se convertirá dentro de tres años en abono y biogás suficientes para abastecer energéticamente a cerca de 16.000 personas de ese territorio. La construcción de la primera planta vasca de tratamiento integral de residuos sólidos urbanos, que se ubicará a las afueras de Vitoria, costará cerca de 21 millones de euros. Un 60% de esta cifra será financiado por el Fondo de Cohesión de la UE.

El objetivo es que la planta se convierta en una alternativa respetuosa con el medio ambiente frente a los actuales vertederos e incluso a las plantas de inci...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La bolsa de basura de los ciudadanos alaveses se convertirá dentro de tres años en abono y biogás suficientes para abastecer energéticamente a cerca de 16.000 personas de ese territorio. La construcción de la primera planta vasca de tratamiento integral de residuos sólidos urbanos, que se ubicará a las afueras de Vitoria, costará cerca de 21 millones de euros. Un 60% de esta cifra será financiado por el Fondo de Cohesión de la UE.

El objetivo es que la planta se convierta en una alternativa respetuosa con el medio ambiente frente a los actuales vertederos e incluso a las plantas de incineración. Su apertura se enmarca en el Plan Integral de gestión de residuos que determina la UE. Esta planta de compostaje se levantará en la zona industrial de Júndiz, en la periferia noroeste de Vitoria, después de que otros emplazamientos fuese desestimados por las quejas vecinales hace un año. Ocupará tres hectáreas de terreno y tratará la práctica totalidad de los desechos urbanos orgánicos de los más de 280.000 ciudadanos de Álava. Quedan fuera del tratamiento las pilas, vidrio, papel y envases y los residuos tóxicos, que cuentan con un procedimiento propio.

El actual vertedero de Gardélegui, muy saturado, recibirá sólo una tercera parte de las 138.000 toneladas de basuras anuales que se destinarán a la nueva planta. Ello supone que el 66% de la basura doméstica se logrará reciclar.

Mientras en Gardélegui se obtiene actualmente biogás para abastecer a 3.000 personas al año, el futuro centro de Júndiz conseguirá multiplicar por más de cinco esta cifra. Otro porcentaje de los residuos, cercano al 20%, se convertirá en compost, abono que se distribuirá entre los agricultores.

Acelerar los trámites

El proyecto se ha tenido que acelerar para cumplir los plazos establecidos por una directiva de la Unión Europea, de forma que la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria se asegurasen la percecpión de ayudas comunitarias. Los Quince han establecido que para el año 2007 los vertederos no podrán recibir desechos que no hayan sido tratados previamente. Diputación y Ayuntamiento pagarán el resto del coste de la planta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La instalación, en la que trabajarán 40 personas, será una nave cerrada herméticamente y sin emisiones al exterior, según los responsables del proyecto. Ello no impidió las reticencias de ecologistas y vecinos que, obligaron a modificar su ubicación inicial.

Las autoridades alavesas consideran esta alternativa de tratamiento mucho más ecológica que el sistema de incineración por el que se ha optado en Vizcaya y Guipúzcoa. La entrada en funcionamiento de la nueva planta aumentará la vida útil del vertedero de Gardélegui, ya que sólo se depositarán allí los residuos que no puedan ser recuperados en Júndiz, según destacó el concejal de Medio Ambiente de Vitoria, José Antonio Pizarro, quien presentó ayer el proyecto junto con el diputado general alavés, Ramón Rabanra, y el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso.

Archivado En