Detenidas cinco personas por añadir antibióticos al pienso de los animales

El alimento adulterado facilitaba el engorde ilegal del ganado

Los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco personas en Girona acusadas adulterar 5.000 toneladas de pienso para el engorde ilegal de ganado destinado al consumo humano. La red operaba desde la empresa Probinter, situada en la Travessera de Dalt de Barcelona y que estaba autorizada para la comercialización de principios activos empleados en aditivos alimentarios que se añaden al pienso de los animales.

Sin embargo, aprovechando esa cobertura, la empresa dedicaba una parte de su actividad, según la policía autonómica, a elaborar medicamentos veterinarios y distribuirlos de manera clandest...

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Los Mossos d'Esquadra han detenido a cinco personas en Girona acusadas adulterar 5.000 toneladas de pienso para el engorde ilegal de ganado destinado al consumo humano. La red operaba desde la empresa Probinter, situada en la Travessera de Dalt de Barcelona y que estaba autorizada para la comercialización de principios activos empleados en aditivos alimentarios que se añaden al pienso de los animales.

Sin embargo, aprovechando esa cobertura, la empresa dedicaba una parte de su actividad, según la policía autonómica, a elaborar medicamentos veterinarios y distribuirlos de manera clandestina. Así, por cada kilogramo de medicamento en polvo se podían llegar a adulterar 500 kilos de pienso. Los Mossos d'Esquadra han constatado que sacos de un producto etiquetado como edulcorante o botellas de vitaminas orales contenían en realidad antibióticos como la amoxifilina o la enrofloxacina.

La mezcla de los medicamentos con el pienso se realizaba en una fábrica de Vilademuls (Pla de l'Estany) denominada Cereales y Piensos del Gironès, de los mismos propietarios, o bien se vendían a empresas del sector radicadas en Cataluña, Aragón, Murcia y Comunidad Valencianana. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Girona, que tramita el caso, ha solicitado a los departamentos de Agricultura de esas comunidades autónomas que inspeccione a esas empresas.

El principal responsable de la red es un empresario de 77 años que ha sido identificado por los Mossos d'Esquadra y está pendiente de ser citado por el juzgado, pues dada su avanzada edad no ha sido detenido. Dos hijas suyas, que sí han sido detenidas, ocupaban cargos en esas empresas. Se trata de Ana María A. B., de 47 años, y su hermana Teresa, de 48. Los otros tres detenidos son el ganadero Alfons G. S., de 37 años y responsable del almacén de piensos de Vilademuls; un comercial de 58 años, Aleix R. C., e Isidre V. P., de 57 años y vecino de Barcelona, que también trabajaba como comercial en la empresa. Todos quedaron en libertad acusados de un delito contra la salud pública.

Cerdos sanos

Un portavoz de los Mossos d'Esquadra explicó ayer que los medicamentos tenían funciones curativas, pero que al tratarse de ganado en buen estado de salud el efecto que producían era facilitar su engorde de manera ilegal. Los animales a los que se suministraban eran principalmente cerdos y, en menor medida, terneras. Las mismas fuentes explicaron que la ingesta de esta carne origina escasos efectos secundarios en la salud de las personas, aunque sí debilita la inmunidad del organismo ante la administración de antibióticos.

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La policía autonómica aseguró también que en dos empresas catalanas de pienso, situadas en Lliçà de Vall (Vallès Oriental) y Salt (Gironès), se han consumido en los dos últimos meses tres toneladas de alimentos adulterados con medicamentos. La investigación ha permitido concretar que los medicamentos ilegales han sido comprados por otras 14 instalaciones del sector situadas en diversas poblaciones o comunidades autónomas vecinas de Cataluña. Se trata de granjas, fábricas de piensos, explotaciones ganaderas, una comercial de productos zoosanitarios, una cooperativa o una comercial de productos veterinarios.

La ocultación de los medicamentos no autorizados dentro de los envases de apariencia inocua permitía a los propietarios de esas instalaciones su uso clandestino. En los registros realizados en algunas de ellas se ha comprobado que no disponían de recetas veterinarias que justificasen su uso ni anotaciones en los libros de control de los tratamientos de los animales. De esa manera, los tratamientos resultaban prácticamente invisibles a la inspección de la Administración, aunque la intervención de las conversaciones telefónicas de las empresas implicadas ha facilitado la labor de la policía.

Los investigadores explican que la empresa de medicamentos radicada en Barcelona también ha vendido productos a sociedades que fabricaban sus propias sustancias ilegales y que en su día ya estuvieron implicadas en actividades supuestamente prohibidas. Se trata de la empresa Unión de Mejora Genética, desarticulada en 1999 en Lleida, y la sociedad Prozoo, desmantelada el pasado mes de julio.

Los principios genéricos para elaborar los medicamentos se importaban desde China. Una parte sustentaba la actividad legal de la empresa y el resto se vendía a los ganaderos para que adulterasen ellos los piensos o se mezclaban directamente en la fábrica de Vilademuls.

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