Creando la coalición | AMENAZA DE GUERRA

Berlusconi: "Cuando veo la bandera de EE UU veo un símbolo de democracia y de libertad"

Bush aceptará el exilio de Sadam Husein, pero no lo considerará el fin del conflicto

George W. Bush da por abierta una escueta "ventana diplomática" antes de tomar una decisión sobre Irak, pero anuncia que ésta tardará "sólo semanas, no meses". El presidente de EE UU insistió ayer en que lo que decida "será por el bien de la paz". El exilio de Sadam Husein, dijo, es una "opción bienvenida", pero no supondría el fin del conflicto. Bush recibió ayer el apoyo firme del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que le regaló una dosis de patriotismo: "Cuando veo la bandera de EE UU, no sólo veo la bandera de una nación, sino el símbolo de la libertad y la democracia en todo el ...

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George W. Bush da por abierta una escueta "ventana diplomática" antes de tomar una decisión sobre Irak, pero anuncia que ésta tardará "sólo semanas, no meses". El presidente de EE UU insistió ayer en que lo que decida "será por el bien de la paz". El exilio de Sadam Husein, dijo, es una "opción bienvenida", pero no supondría el fin del conflicto. Bush recibió ayer el apoyo firme del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que le regaló una dosis de patriotismo: "Cuando veo la bandera de EE UU, no sólo veo la bandera de una nación, sino el símbolo de la libertad y la democracia en todo el mundo".

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Junto a Berlusconi, en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Bush mostró una tímida esperanza en que el conflicto actual pueda resolverse por la vía pacífica, pero anunció al mismo tiempo que la solución, sea cual sea, está a la vuelta de la esquina: "Es cuestión de semanas, no de meses", dijo el presidente estadounidense.

Bush dio por buena la tesis del exilio del líder iraquí, que se apuntó la semana pasada desde el Departamento de Estado: "Espero que la presión del mundo libre convenza a Sadam Husein de que tiene que ceder el poder. Si decide abandonar el país, junto con los otros secuaces que han torturado al pueblo iraquí, lo aceptaríamos de buen grado, por supuesto, dijo el presidente Bush.

Sin embargo, después pidió a la prensa que le permitiera hacer una matización: "Al margen de lo que ocurra con Sadam Husein, el objetivo del desarme de Irak seguirá siendo el mismo, al margen de quién esté al frente de su Gobierno".

Horas antes, el secretario de Estado, Colin Powell, había recibido al jefe de la diplomacia canadiense, Bill Graham. Canadá se opone a una intervención inmediata y pide el amparo inequívoco de la ONU en el proceso de desarme. "Si un país actúa solo, se arriesga a las consecuencias", dijo Graham en la misma puerta del Departamento de Estado.

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La agenda diplomática debía completarse a última hora de ayer con la visita a la Casa Blanca del ministro saudí de exteriores, Saud al Faisal.

[Bush se entrevistó ayer también por teléfono con el primer ministro de Portugal, Jose Manuel Durão Barroso, que figura entre los firmantes de la carta de apoyo a Estados Unidos frente a Irak, y con el jefe del Gobierno sueco, Goran Persson, según informaron fuentes de la Casa Blanca a la agencia France Presse].

Según un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, Bush decidirá los próximos pasos después del 14 de febrero, cuando los inspectores actualicen en la ONU los informes sobre su trabajo en Irak. El Gobierno estadounidense espera contar para entonces con más apoyos internacionales, lo que depende en gran medida del grado de contundencia de las pruebas que Colin Powell presente el miércoles próximo ante la ONU.

Bush puede optar por una segunda resolución en la ONU sólo si cuenta con votos para sacarla adelante y ningún veto en contra y si incluye expresamente el uso de la fuerza a partir de una fecha determinada. En caso contrario -de momento lo más posible-, Bush puede inclinarse por fijar unilateralmente un ultimátum que permita iniciar la evacuación de los inspectores antes del ataque.

George Bush y Silvio Berlusconi atienden a los medios de comunicación en el Despacho Oval de la Casa Blanca.REUTERS

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