Sillas vacías marcan la ausencia palestina en un foro en Londres

Los delegados confinados por Israel asisten por videoconferencia

La tecnología y la determinación fueron ayer el mejor remedio contra la intransigencia. El Gobierno de Israel acabó dando relevancia sin quererlo a la llamada Conferencia de Londres sobre Oriente Próximo. Los representantes de la Autoridad Palestina, confinados por Israel en su territorio como castigo por los 22 muertos que dejó la última bomba suicida, asistieron por videoconferencia a un encuentro que al menos tuvo la virtud de que el simbolismo llenara las sillas vacías.

La conferencia destacó por la participación de mediadores. La presencia de representantes del país anfitrión, del ...

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La tecnología y la determinación fueron ayer el mejor remedio contra la intransigencia. El Gobierno de Israel acabó dando relevancia sin quererlo a la llamada Conferencia de Londres sobre Oriente Próximo. Los representantes de la Autoridad Palestina, confinados por Israel en su territorio como castigo por los 22 muertos que dejó la última bomba suicida, asistieron por videoconferencia a un encuentro que al menos tuvo la virtud de que el simbolismo llenara las sillas vacías.

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La conferencia destacó por la participación de mediadores. La presencia de representantes del país anfitrión, del cuarteto de mediadores de Oriente Proximo (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas) y de funcionarios de Egipto, Jordania y Arabia Saudí es todo lo que ha quedado de la ambiciosa propuesta del primer ministro Tony Blair de convocar en Londres una conferencia de paz sobre Oriente Próximo.

Blair quería acallar así las criticas por su seguidismo de Washington en la guerra de Afganistán, primero, y la crisis con Irak, después, a pesar de los pocos esfuerzos norteamericanos por reavivar las conversaciones de paz en la crisis de Oriente Próximo. Pero su idea se topó enseguida con el escasísimo entusiasmo de Washington y la nula colaboracion de Israel. La Conferencia de Paz de Londres ha quedado de momento reducida a un programa de discusiones sobre cómo reformar la Autoridad Palestina para hacerla menos corrupta y más democrática y transparente y mantener el llamado impulso sobre el denominado mapa de ruta de la paz, que debería pasar por la creación de un Estado palestino en 2005. Pero esa propuesta está aparcada al menos hasta que pasen las elecciones parlamentarias israelíes del proximo día 28.

Desarmada así la conferencia de cualquier posibilidad de éxito inmediato y concreto, el presidente George W. Bush se permitió el lujo de desplazar a Londres a su enviado especial para Oriente Próximo, William Burns. La Unión Europea, siempre solidaria con cualquier esfuerzo por llevar la paz a la zona a través del diálogo, envió a su Alto Representante, Javier Solana. "No hay sustituto posible a una conferencia cara a cara", reconoció el anfitrión y jefe de la diplomacia británica, Jack Straw, "pero espero que sea muy útil". "Incluso si la crisis de Irak se resolviera mañana, seguiríamos estando obligados a actuar, y a actuar de manera adecuada, con respecto a ese terrible y largo conflicto", dijo.

Javier Solana criticó a Israel por no permitir la salida de los territorios ocupados a la delegación palestina que iba a acudir a Londres. "No creo que haya sido la más inteligente de las decisiones, porque el objetivo de esta conferencia era hablar sobre cómo traer la paz y cómo traer las reformas", dijo a su llegada desde Bruselas. "Es una reunión para mantener el impulso, no para conseguir soluciones ahora".

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Dos ministros palestinos siguen la conferencia desde Gaza.REUTERS

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