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Ayudas "para tapar la boca"

"Se han dado buena prisa con las ayudas para taparnos la boca", sostiene Marisa Paz. "Pero esta vez no les va a funcionar", responde Mila Bastón, refiriéndose a la Xunta de Galicia y al Gobierno central. "Lo que buscan es dividirnos; aquí no todos han cobrado. No podían soportar vernos unidos; para ellos, eso representa un peligro, como los voluntarios que vuelven a casa y cuentan lo que vieron en las costas", asegura otra. "Algunas de nosotras vendemos el pescado de nuestros maridos, pero no todas recibimos ayudas; hay una discriminación si eres autónoma", añade. "Cobramos el 20 de noviembre ...

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"Se han dado buena prisa con las ayudas para taparnos la boca", sostiene Marisa Paz. "Pero esta vez no les va a funcionar", responde Mila Bastón, refiriéndose a la Xunta de Galicia y al Gobierno central. "Lo que buscan es dividirnos; aquí no todos han cobrado. No podían soportar vernos unidos; para ellos, eso representa un peligro, como los voluntarios que vuelven a casa y cuentan lo que vieron en las costas", asegura otra. "Algunas de nosotras vendemos el pescado de nuestros maridos, pero no todas recibimos ayudas; hay una discriminación si eres autónoma", añade. "Cobramos el 20 de noviembre el primer plazo, y ahora prometen un segundo pago el 15 de enero, pero veremos si es verdad", dice Mila. Otra añade: "Habrá ayudas sólo hasta las elecciones de mayo". "Es cierto que en algunas zonas del país puede funcionar eso de que un gallego subvencionado es un gallego contento, pero ahora las cosas están mucho más revueltas y hay mucha indignación entre la gente. Las mentiras han sido lo peor; son como un insulto".

"Y quieren abrir la veda de la pesca en las rías", protesta Eva Cordeiro. "Quieren abrirla para quitar las ayudas porque es demasiado dinero. Ahora que los precios están a la mitad que en diciembre quieren que pesquemos. ¿Y si se muere alguien? ¿Quieren hundir el prestigio de nuestros productos? Después de lo que ha pasado con el barco estará a la mitad de la mitad", añade. A las mariscadoras y mejilloneros les vienen bien esas 200.000 pesetas de ayudas"

, dice Eva, "pues consiguen menos trabajando . Pero la gente no quiere caridad sino salir a la mar y ganarse la vida". "Para muchos, esto es una limosna", añade Mila.

En Bueu, cerca de Cangas, tres mejilloneras descargan sacas de marisco. Se llaman Elisa, Fina y Áurea. Es la mima historia: ayudas selectivas, barcos y palas manchadas de fuel y poco trabajo. Su barco tiene una de las grúas inutilizada por el chapapote. Se quejan de la actitud de la Xunta promoviendo la solidaridad. "No somos Afganistán", protesta una. "Ni necesitamos juguetes usados para nuestros niños", responde otra en referencia a envíos de la Cruz Roja. Lejos, otro gallego ironiza: "Sólo falta que Fraga lance la idea de apadrinar niños gallegos".

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