Carmen Calvo devuelve a los objetos la emoción y la memoria

El Palacio de Velázquez expone cien piezas

Un mosaico con cinco toneladas de fragmentos de cerámicas y objetos encontrados identifica la obra artística de Carmen Calvo (Valencia, 1950). La evolución de los últimos 30 años forma la exposición, organizada por el Museo Nacional Reina Sofía y abierta ayer en el Palacio Velázquez, del Retiro madrileño. 'Que no se pierda la emoción', declaró ayer la artista sobre el centenar de piezas que recogen la memoria, la infancia y las fiestas populares.

'El pintor siempre hace el mismo cuadro. La paleta con la que pinto está formada de materiales. Lo principal es que en el ejercicio de todos l...

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Un mosaico con cinco toneladas de fragmentos de cerámicas y objetos encontrados identifica la obra artística de Carmen Calvo (Valencia, 1950). La evolución de los últimos 30 años forma la exposición, organizada por el Museo Nacional Reina Sofía y abierta ayer en el Palacio Velázquez, del Retiro madrileño. 'Que no se pierda la emoción', declaró ayer la artista sobre el centenar de piezas que recogen la memoria, la infancia y las fiestas populares.

'El pintor siempre hace el mismo cuadro. La paleta con la que pinto está formada de materiales. Lo principal es que en el ejercicio de todos los días no se pierda la emoción', declaró ayer Carmen Calvo en la presentación de su exposición en el palacio de Velázquez. Bajo esta estructura metálica ha extendido su amplia serie de cuadros negros con objetos y el resto de los espacios abarcan otros aspectos de cerca de treinta años de actividad artística.

La exposición, patrocinada por Bancaja, arranca con piezas de los años setenta, cuando la artista formaba sus cuadros con figuras de barro cocido y maderas. El comisario, el crítico de arte Fernando Huici, con el coordinador, Osbel Suárez, ofrece en el montaje 'una visión muy estructurada, una panorámica coherente y sólida sobre una poética de extraordinaria riqueza de matices', declaró ayer.

Huici señaló que en el proceso de trabajo junto a la artista había descubierto 'con sorpresa' que las piezas iniciales tienen conceptos y elementos de sus composiciones recientes, sobre todo de los años noventa y hasta la actualidad. 'Las fechas no tienen sentido. En la obra de Carmen Calvo el despliegue de uso de materiales es fascinante, con una extraordinaria poética en los objetos, despojos, rastros'.

Entre dos polos

El comisario señaló que el montaje se mueve entre dos polos opuestos, desde un espacio de intimidad y deseo, 'como una tarea melancólica de rescatar el tiempo', a otro más oscuro de muerte. 'La reconstrucción a partir de vestigios fragmentarios de una totalidad perdida, las referencias a tipologías arqueológicas, la restitución imaginaria de la memoria del pasado a partir de documentos, la dimensión fetichista del objeto, son derivas desdobladas de ese flujo vertebral que la obra de Carmen Calvo moldea en torno a la teatralización melancólica del deseo', según Huici. En el espacio escénico del palacio de Velázquez se han distribuido distintas series realizadas con óleo, cerámica y barro junto con la utilización de los nuevos soportes, a partir de fotografías antiguas y documentos. De esta forma se han colocado los paisajes, escrituras y cartas y retratos realizados con trozos de tierra cocida como pinceladas, que aplica también sobre fotografías antiguas manipuladas con colores u objetos, que utiliza como materiales encontrados, reciclados o transformados.

'Mi obra se compone de muchos oficios', declaró Carmen Calvo, al comentar una de sus series más recientes, donde utiliza pan de oro. Además de la utilización de la fotografía -materiales encontrados en el rastro de Valencia-, con personajes convertidos en anónimos por las pinturas, sus trabajos con lápidas (en mármol y en fotografías) y los cuadros de cristales, la artista ha montado una instalación, Una jaula para vivir, basada en un hecho real: la permanencia de una niña en una jaula durante la ausencia de sus padres. La instalación se observa a través de mirillas y está acompañada de numerosos dibujos sobre la infancia.

Kurt Schwitters, Joseph Cornell, Joan Brossa -con quien compartió el pabellón de España en la Bienal de Venecia de 1997- y André Breton son artistas que fueron mencionados por el director del Reina Sofía, Juan Manuel Bonet, al comentar que el mundo de Carmen Calvo y sus referencias al archivo, el museo, la memoria. 'En una reciente exposición en París sobre el surrealismo disfruté una barbaridad. Todo pintor mira hacia atrás, a sus modelos. Los copio mucho, me gusta copiarlos', afirmó la artista.

El catálogo, diseñado por Manuel Granell, incluye junto a la reproducción de las obras textos de Fernando Huici, la historiadora Estrella de Diego y el poeta Francisco Brines, quien ayer ante las distintas obras comentaba la imaginación de la artista y la evocación de la infancia.

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