La venta de Anaya se decidirá después de Francfort

La venta del Grupo Anaya, que pertenece a Vivendi Universal Publishing, se decidirá una o dos semanas después de la Feria del Libro de Francfort, que se inaugura el próximo 8 de octubre. En realidad, según ha explicado el presidente de Anaya y miembro del equipo de dirección de Vivendi Universal Publishing, José Manuel Gómez, la intención del grupo francés es vender en bloque su división de libros: la española Anaya, la brasileña Atica Scipione, la argentina Aique, la estadounidense Houghton Miffin y todas las editoriales francesas: Nathan, Larousse, Bordas, Masson, Laffont y Pocket, entre otr...

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La venta del Grupo Anaya, que pertenece a Vivendi Universal Publishing, se decidirá una o dos semanas después de la Feria del Libro de Francfort, que se inaugura el próximo 8 de octubre. En realidad, según ha explicado el presidente de Anaya y miembro del equipo de dirección de Vivendi Universal Publishing, José Manuel Gómez, la intención del grupo francés es vender en bloque su división de libros: la española Anaya, la brasileña Atica Scipione, la argentina Aique, la estadounidense Houghton Miffin y todas las editoriales francesas: Nathan, Larousse, Bordas, Masson, Laffont y Pocket, entre otros sellos.

'Hemos puesto dos condiciones: que se respete la cultura de cada país y los proyectos de cada editorial. Aunque después de la advertencia del Gobierno francés, de que el patrimonio cultural de las editoriales francesas del grupo deben permanecer en Francia, no sabemos exactamente qué pasará'. Hachette se ha presentado como principal comprador de la parte francesa.

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Consorcios financieros

Mientras se resuelve la incertidumbre de qué pasará con los intereses franceses, Vivendi Universal Publishing está negociando con dos consorcios financieros, que 'representan a muchos fondos de inversión', según Gómez, para la venta en conjunto de toda la parte editorial. 'Ya sé que la intención de mantenernos juntos es difícil, porque los consorcios representan a accionistas que tienen diversos intereses, pero es lo que estamos tratando de conseguir'.

Gómez prevé que tras la venta las diferentes editoriales permanecerán unos tres años en manos del consorcio financiero que se quede con ellas. ¿Y después de esos tres años? 'Después, Dios dirá'.

Respecto al Grupo Anaya, Gómez se siente bastante optimista: 'Está mucho mejor que cuando se vendió [35.000 millones de pesetas] a Vivendi en 1998. En estos cuatro años hemos rentabilizado y saneado el grupo. Nos hemos desprendido de lo que nos interesaba, como Altaya y Credsa y la portuguesa Dom Quixote, que hemos vendido a Planeta. Hace unos meses vedimos el 45% de las acciones de Siruela que poseíamos, porque ésta es una editorial muy especial que necesita un trato muy personalizado'.

'Para 2002 prevemos un crecimiento en libros de texto cercano al 10%. El Grupo Anaya resulta interesante a los inversores porque tenemos algo que no tienen los franceses; por ejemplo, la capacidad de producir libros de texto para 17 comunidades autónomas en cuatro lenguas diferentes. Daremos la bienvenida a quien nos compre, porque estamos convencidos de que no van a destruirnos, sino a crear valor', concluyó.

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