AMÉRICA LATINA

La banca argentina, a dieta

Las entidades han despedido al 8,55% de la plantilla, según los sindicatos

Los empleados de los bancos de Argentina rozan el ataque de nervios. Las constantes protestas callejeras de ahorradores contra el corralito (congelación de depósitos) llevó a que algunas entidades crearan grupos de psicoterapia grupal para sus trabajadores. Pero viven con la certeza de que un tercio o la mitad de ellos perderá el empleo. Temen engrosar el índice del 21% de paro.

La fuerte fuga de depósitos del año pasado dañó el negocio bancario en Argentina, atractivo en los noventa por una alta rentabilidad financiera. El corralito, instaurado en diciembre, resultó inúti...

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Los empleados de los bancos de Argentina rozan el ataque de nervios. Las constantes protestas callejeras de ahorradores contra el corralito (congelación de depósitos) llevó a que algunas entidades crearan grupos de psicoterapia grupal para sus trabajadores. Pero viven con la certeza de que un tercio o la mitad de ellos perderá el empleo. Temen engrosar el índice del 21% de paro.

La fuerte fuga de depósitos del año pasado dañó el negocio bancario en Argentina, atractivo en los noventa por una alta rentabilidad financiera. El corralito, instaurado en diciembre, resultó inútil para detener la huida, y además sembró la desconfianza de la mayoría de los argentinos en los bancos.

En los últimos cuatro meses de relativa estabilidad de la crisis, los grandes inversores volvieron a los depósitos a plazo, pero las entidades debieron apelar a otros recursos para ajustar los números: de enero a septiembre cerraron 185 de las 4.267 oficinas, lo que supone el 4,3% del total, según cifras del banco central argentino. El sindicato La Bancaria denunció que en este periodo quedaron en la calle 8.900 de los 104.000 empleados, lo que representa el 8,55%, según publicó el periódico La Nación. De esos 8.900, unos 6.200 trabajaban en blanco, y 2.700, en negro. Las entidades se niegan a reconocer estas cifras.

Las entidades cerraron 185 de sus 4.267 oficinas entre enero y septiembre, el 4,3% del total, según afirma el banco central

Los bancos sí admiten que comenzó el ajuste. Además de fusiones y cierres de oficinas, despidos, retiros voluntarios y prejubilaciones, las entidades reforzaron sus ingresos con aumentos en las comisiones operativas a sus clientes. Sin embargo, el negocio sólo definirá sus dimensiones reales después de que se termine el proceso de reestructuración del sistema financiero, que el Gobierno de Eduardo Duhalde aún no inició.

Nadie duda de que debe reducirse el sistema de la década pasada, cuando los bancos tomaban dólares en depósitos con un interés del 5% y los prestaban al 11% para créditos hipotecarios o al 23% para deudas personales. Argentina ha dejado de ser lo que era. Los depósitos bancarios, que en 1997 ascendían a 86.000 millones de dólares, sólo cuentan en la actualidad con 13.900 millones, incluidos los congelados hasta 2003 y 2005. Varias entidades amenazaron este año con retirarse del país si el sistema no mejora, incluidas las dos españolas, BBVA y SCH.

La Bancaria advierte de que continuarán los despidos: entre 20.000 y 40.000 más. En la clasificación general de reducciones de plantilla, que elaboró el sindicato, figura a la cabeza el Banco Río (filial de SCH), con 1.300 trabajadores menos, el 28,8% del total. La entidad desmintió el dato. Reconoció el cierre de 35 de las 270 oficinas, el 12,9%, así como la clausura de otras 15 en octubre próximo. También admitió el retiro voluntario de entre 225 y 405 empleados, lo que supone entre el 5% y el 9%. BBVA Banco Francés ocupa el tercer puesto en la clasificación, con 900 trabajadores menos, según el sindicato. Este banco sólo informó de que se registraron 30 fusiones de oficinas, y se lanzó un plan de retiros voluntarios y prejubilaciones. Los banqueros solicitaron al banco central que les permita descontar los gastos de indemnización por despidos en distintos balances, según el sindicato.

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