Una aventura americana

Acostumbrados a las visitas y a los proyectos de arquitectos extranjeros, también es necesario recordar los trabajos de quienes tienen su estudio en el País Vasco y Navarra y llevan su oficio hasta otros continentes. Es el caso de la aventura americana de IMB, el trío de arquitectos bilbaínos responsable de la estación de Ametzola o de la ampliación de la Biblioteca de la Diputación vizcaína, además de otras intervenciones interesantes en urbanismo y vivienda pública.

Pero IMB (es decir, Eduardo Múgica, Gloria Iriarte y Agustín de la Brena) querían cambiar de paisaje y clima. El primer ...

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Acostumbrados a las visitas y a los proyectos de arquitectos extranjeros, también es necesario recordar los trabajos de quienes tienen su estudio en el País Vasco y Navarra y llevan su oficio hasta otros continentes. Es el caso de la aventura americana de IMB, el trío de arquitectos bilbaínos responsable de la estación de Ametzola o de la ampliación de la Biblioteca de la Diputación vizcaína, además de otras intervenciones interesantes en urbanismo y vivienda pública.

Pero IMB (es decir, Eduardo Múgica, Gloria Iriarte y Agustín de la Brena) querían cambiar de paisaje y clima. El primer atisbo de estos intereses ya se percibe en su participación en el concurso para la plaza de San Agustín de Granada. Aquello fue en 1992, en un trabajo en busca de ese sol tan caro de ver por su tierra natal.

Hubo de pasar casi un decenio para que llegara la propuesta deseada por todo arquitecto. Una convocatoria abierta, internacional, que ofrecía la posibilidad de trabajar en algunas de las ciudades más interesantes del planeta. Bajo el título de El modelo europeo de ciudad (Historia, vigencia y proyección de futuro/Contrastes en Iberoamérica), Santiago de Compostela convocó en el año 2000, cuando fue capital europea de la cultura, un concurso internacional de proyectos de intervención arquitectónica y urbanística en nueve ciudades de Europa y América, entre ellas Santiago de Cuba.

Aprovechando la convocatoria, ése fue el destino elegido para sus vacaciones por el equipo IMB, y la visita obtuvo sus frutos: el estudio bilbaíno es el ganador del proyecto de recuperación del frente marítimo de esta ciudad histórica, que hoy vive en la decadencia más terrible, con un casco antiguo absolutamente abandonado.

El proyecto de IMB propone la recuperación como paseo marítimo de la zona de la ciudad que da a la bahía. Santiago de Cuba es una ciudad que hoy vive de espaldas a un mar con altos niveles de contaminación, debido a las industrias de los alrededores. Hay distintos ámbitos de trabajo. Se plantea rehabilitar el paseo con una recuperación paisajística que incluye la creación de malecones con el fin de formar una barrera para las aguas contaminadas, y dentro de ellos se planea una playa artificial con aguas depuradas.

En el paseo recuperado, de dos kilómetros por 200 metros, se podrá disfrutar de ese frente histórico cuyos principales edificios serían rehabilitados. Y a lo largo del paseo, salpicadas, una serie de nuevas construcciones que albergarían instalaciones de carácter cultural y de servicios, como un Auditorio de Música o museos. El proyecto ya forma parte del plan de ordenación del casco histórico de Santiago de Cuba.

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Además de la satisfacción por el triunfo, IMB recibió gracias a este trabajo un nuevo encargo en América. Esta vez en Santo Domingo, capital de la República Dominicana. En la propuesta de renovación de esta gran urbe, de trazado longitudinal y con un urbanismo caótico, se ha contado con la colaboración de los ganadores del concurso citado, además de otros 18 estudios de arquitectura de prestigio en América y España. La tarea encomendada al equipo bilbaíno ha sido una estación de transferencia de transporte interurbano en la región Este.

En un gran solar triangular que los vecinos empleaban como lugar de recreo, se propone un espacio con usos múltiples: una terminal de llegada de los autobuses de los pueblos cercanos, junto a la estación de salida de un tranvía que recorrerá Santo Domingo, el primer transporte público en una ciudad que no tiene ni siquiera líneas de autobuses urbanos. Pero también se mantiene la antigua dedicación de ocio, con un añadido, una salida al paseo que recorre los acantilados y ofrece una salida al mar para la zona Este de la capital.

'Los dos proyectos responden a la búsqueda de nuevas intenciones en el trabajo diario, en un entorno distinto y en aquellas zonas donde podemos colaborar en mejorar la vida de sus habitantes', concluyen los miembros de IMB.

PERFIL

La primera obra de IMB se remonta a mediados de los ochenta, con la estación de la ITV de Arrigorriaga. A partir de entonces, su labor se ha centrado sobre todo en la obra pública, con intervenciones en los campus de la UPV de Leioa e Ibaeta, además de caracterizar parte del nuevo Bilbao, en la urbanización (estación de Abando) o en el paisajismo (parque de Etxebarria).

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