Un acuerdo 'espectacular'
Entre grandes sonrisas, las autoridades brasileñas, que ayer presentaron públicamente el acuerdo con el FMI, no ocultaban su satisfacción. El presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, afirmó que el pacto es 'espectacular; no sólo por los números, sino por los detalles'.
El mercado brasileño reacciónó con euforia. La Bolsa de São Paulo avanzaba más de un 5% a media sesión, el real se apreció un 5% frente al dólar y también se revalorizaron los bonos de deuda a largo plazo.
Fraga dijo que es un acuerdo 'minimalista' que se concentra en las cuestiones que han sido objet...
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Entre grandes sonrisas, las autoridades brasileñas, que ayer presentaron públicamente el acuerdo con el FMI, no ocultaban su satisfacción. El presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, afirmó que el pacto es 'espectacular; no sólo por los números, sino por los detalles'.
El mercado brasileño reacciónó con euforia. La Bolsa de São Paulo avanzaba más de un 5% a media sesión, el real se apreció un 5% frente al dólar y también se revalorizaron los bonos de deuda a largo plazo.
Fraga dijo que es un acuerdo 'minimalista' que se concentra en las cuestiones que han sido objeto de discusión en el país en los últimos años, como la responsabilidad fiscal y la política monetaria. Añadió que tampoco impone 'ningún tipo de restricciones' al nuevo Gobierno que saldrá de las urnas en las elecciones de octubre.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Pedro Malan, se mostró confiado en que los candidatos que disputarán la presidencia del país aceptarán las condiciones impuestas por el FMI.
La oposición de izquierda respaldó tímidamente el acuerdo. El izquierdista Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores, que, junto al centro-izquierdista Ciro Gomes, del Frente Laborista, es uno de los favoritos a ganar las elecciones presidenciales, dijo que 'aprobaba la idea de que Brasil haya tomado dinero prestado cuando la situación exigía que lo tomase'.
Para el candidato, el pacto con el FMI 'tranquiliza el mercado financiero' y permite a los políticos pasar a discutir durante la campaña electoral 'los problemas sociales profundos que Brasil tiene'.