La patronal insta al Gobierno catalán a que rebaje su previsión de crecimiento económico

Los socialistas reiteran que el presupuesto de 2002 se hizo sobre una base 'ficticia'

Expertos económicos y partidos políticos consideran poco realista mantener que la economía de Cataluña pueda alcanzar un crecimiento del 2,7% para el conjunto del año en el actual contexto de desaceleración y aconsejan la revisión de este pronóstico. El pasado viernes, el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, reconsideró a la baja la previsión de crecimiento de la economía española para 2002, que fijó en un 2,2%. Expertos del Departamento de Economía de la patronal Fomento del Trabajo creen que el movimiento de Rato es un ejemplo a seguir por parte del Gobierno catalán.

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Expertos económicos y partidos políticos consideran poco realista mantener que la economía de Cataluña pueda alcanzar un crecimiento del 2,7% para el conjunto del año en el actual contexto de desaceleración y aconsejan la revisión de este pronóstico. El pasado viernes, el vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, reconsideró a la baja la previsión de crecimiento de la economía española para 2002, que fijó en un 2,2%. Expertos del Departamento de Economía de la patronal Fomento del Trabajo creen que el movimiento de Rato es un ejemplo a seguir por parte del Gobierno catalán.

Rato justificó la semana pasada la rebaja del crecimiento económico del 2,4% a un 2,2% -en línea con las recomendaciones de numerosos analistas y después de que el pronóstico ya se hubiera modificado a partir de una estimación inicial del 2,9%, cuando se vio que la crisis apretaba-, con el argumento de que la recuperación económica internacional llevará más tiempo y será 'más lenta' de lo esperado.

Factores como la extendida desconfianza en las cuentas de las empresas por los últimos escándalos que se han producido en Estados Unidos, el desplome de las bolsas mundiales y la incertidumbre persistente (en particular en América Latina) son factores que no contribuyen a un cambio de panorama que, según el Gobierno, empezará a notarse en 2003.

En Cataluña, los economistas de la patronal Fomento del Trabajo han acogido favorablemente la decisión del Gobierno, que han diagnosticado como 'correcta'. Sin embargo, expertos del Departamento de Economía de la patronal empresarial catalana opinan que 'también debería revisarse la previsión en Cataluña', que se mantiene en un 2,7%, como contemplaban los presupuestos de la Generalitat.

Por encima de la media

A tenor de Fomento, pese a esta necesaria revisión, la economía catalana, que es la que pesa más en el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) español (con un 18,58%), crecerá algo por encima de la media española. Según la patronal catalana, esta media de crecimiento se situará en 2002 entre un 2,3% y un 2,5%.

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Superar la media estatal ya supondría una mejora respecto a lo ocurrido el año pasado. Hace menos de tres semanas, el Estudio sobre la Contabilidad Regional presentado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dejaba a la comunidad catalana en sexto lugar en la clasificación española en lo referente al crecimiento económico producido en 2001. La variación anual de la economía catalana era del 2,26% frente a un vigoroso 3,84% registrado en 2000. Según Idescat, Cataluña creció, además, tres décimas menos que la media española en 2001.

Por ahora, el Gobierno catalán no ha encontrado motivos para variar su cuadro macroeconómico. El Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat subrayó ayer que se mantiene la previsión de crecimiento para este año, que es de un 2,7%, porque la recuperación económica en el entorno europeo 'se acelerará a partir del tercer trimestre' de este año.

Uno de los elementos que ha reforzado la confianza del departamento que dirige Francesc Homs es el comportamiento de la economía durante el segundo trimestre de 2002, un dato conocido la semana pasada. De abril a junio, el Producto Interior Bruto (PIB) catalán registró un aumento interanual del 2,2%, y el consejero de Economía consideró el dato como un 'signo positivo' que 'confirma la capacidad de la economía catalana de mantener su ritmo de crecimiento estable' y que demuestra que ya ha quedado atrás 'el impacto más intenso del 11 de septiembre, que acentuó la lentificación de la economía mundial'.

El principal aliado parlamentario de CiU, el Partido Popular (PP), no es partidario de hacer 'cundir un falso alarmismo' sobre la evolución de la economía, en palabras de Jordi de Juan, presidente de la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, en alusión al diferencial de crecimiento positivo (del orden de dos puntos) de España y Cataluña respecto de la zona euro. Pero ello no quita que 'probablemente sí se deberá revisar previsión económica catalana', dice De Juan. Las cuentas de Cataluña se aprobaron con el apoyo del PP.

En el debate presupuestario, la oposición de izquierda ya cuestionó el realismo de las expectativas de crecimiento económico sobre cuya base se elaboraron las cuentas de 2002. 'La revisión del crecimiento sería lógica', señalaba ayer el diputado socialista Martí Carnicer, quien considera las bases del presupuesto como 'relativamente ficticias'.

Pero, más allá de unas décimas arriba o unas décimas abajo, los socialistas reclaman que la Generalitat les 'diga qué piensa hacer', en referencia a posibles incidencias sobre ingresos de ésta y sobre dónde se acabarían produciendo recortes presupuestarios. Para Carnicer, el Gobierno debe actuar con realismo y 'dejar de esconder la cabeza debajo del ala'.

La previsión del Gobierno catalán es la más baja de las existentes para 2002: un 2,3% según Caixa Cataluña; alrededor de un 2% según la Cámara de Comercio de Barcelona o un 1,6% a juicio de la revista del servicio de estudios del BBVA del pasado julio.

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