Al menos 500 muertos y 2.000 heridos por un terremoto en Irán

Las autoridades locales aseguran que no hay medios suficientes para atender a las víctimas

Al menos 500 personas murieron, alrededor de 2.000 resultaron heridas y 12.000 se quedaron sin vivienda ayer por un fuerte terremoto que sacudió el noroeste de Irán. El seísmo, de 6,3 grados en la escala Richter, afectó gravemente a 52 pueblos de construcciones de adobe, que se convirtieron en polvo, y en menor medida a la capital, Teherán. Las familias comenzaron ayer a enterrar a sus muertos, mientras los equipos de rescate aún buscaban cadáveres entre los escombros.

El terremoto, que se produjo alrededor de las siete y media de la mañana, hizo temblar ocho provincias iraníes, aunque ...

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Al menos 500 personas murieron, alrededor de 2.000 resultaron heridas y 12.000 se quedaron sin vivienda ayer por un fuerte terremoto que sacudió el noroeste de Irán. El seísmo, de 6,3 grados en la escala Richter, afectó gravemente a 52 pueblos de construcciones de adobe, que se convirtieron en polvo, y en menor medida a la capital, Teherán. Las familias comenzaron ayer a enterrar a sus muertos, mientras los equipos de rescate aún buscaban cadáveres entre los escombros.

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El terremoto, que se produjo alrededor de las siete y media de la mañana, hizo temblar ocho provincias iraníes, aunque sobre todo se dejó sentir en la provincia de Qazvin (a 125 kilómetros al norte de Teherán). Mujeres, niños y ancianos, que se encontraban en sus casas, mientras los hombres trabajaban en el campo, fueron los más afectados por este nuevo desastre natural que revivió los viejos fantasmas del seísmo que en 1991 costó la vida a miles de personas en esta misma región.

'El suelo empezó a moverse y quisimos correr, pero no pudimos', aseguraba ayer una superviviente de Esmailabad (a 10 kilómetros al norte de Ahvaz), que fue rescatada de entre los escombros. 'Lo he perdido todo', se lamentaba otro habitante de Esmailabad mientras se tiraba arena sobre la cabeza.

Moshen, de 12 años, también vecino de Esmailabad, se ha quedado solo. Su madre, su padre, sus tres hermanas y su abuela murieron mientras él caminaba hacia la escuela. El joven superviviente permanecía ayer callado y temblando frente a los escombros a los que quedó reducida su casa. Las vecinas buscaban todavía con sus manos entre la arena restos de vida. Un clérigo musulmán leía las plegarias antes de partir hacia las colinas para enterrar a los muertos.

'Los medios locales no son suficientes' para atender a las víctimas, y hacen falta tiendas de campaña para alojarlas, declaró ayer el gobernador civil de Abgharm (en la provincia de Qazvin), Amir Taherkhani, a la agencia oficial de noticias Irna, quien aseguró que entre el 40% y el 100% de las viviendas de la zona han quedado totalmente destruidas. La mayoría de las casas de esta montañosa región iraní están construidas por sus dueños con adobe. Varios edificios históricos, mausoleos y antiguas mezquitas tampoco han sobrevivido a la tragedia.

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Faltan camas

'Tenemos 100 camas en el hospital, pero no paran de llegar heridos y no tenemos sitio para más', indicó ayer un oficial de Avaj. El jefe provincial de la Media Luna Roja, Majid Shalviri, aseguró que hasta el momento había 500 víctimas mortales y precisó que la mayoría de las muertes ocurrieron en la población de Bou'in-Zahra, a 60 kilómetros de Qazvin, la capital de la provincia. 'El número de heridos es muy alto. Los datos exactos todavía no están disponibles', pero habrá muchos heridos', dijo Majid Shalviri.

Las autoridades locales han lanzado un llamamiento a la población para pedirles ayuda y varios organismos del Estado han abierto cuentas bancarias para recaudar fondos.

La televisión iraní mostró ayer las primeras imágenes de la tragedia en las que los habitantes de Bouynzahra, otra de las ciudades afectadas, aparecían cubiertos de polvo y arrodillados ante sus casas destruidas.

El presidente Kahatami envió ayer un mensaje de condolencia a la población y encargó al ministro iraní de Interior, Abdolvahed Mousavi-Lari, que se ocupara personalmente de esta tragedia 'en la que el Gobierno y la nación tienen graves responsabilidades', aseguró el presidente Kahatami a la agencia Irna.

Irán es uno de los países del mundo más afectados por los terremotos y, según cifras oficiales, cerca de un millar de seísmos de consideración han afectado desde 1991 al país y han causado la muerte de 18.000 personas.

Vecinos de Abdareh (noroeste de Irán) observan a los equipos de rescate que buscan cadáveres entre los escombros.AP

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