El Gobierno aprueba el decreto que desarrolla la Ley del Cine

Las productoras independientes serán las grandes beneficiadas

El Gobierno aprobó ayer el texto que desarrolla la Ley de Fomento y Promoción del Cine. El Consejo de Ministros dio el visto bueno al llamado Real Decreto de la Cinematografía, que regula las ayudas a la producción (se fija un máximo de 901.518 euros por película), a la distribución y a la explotación. La novedad principal es el artículo que obliga a las llamadas productoras participadas -asociadas a grupos televisivos- a coproducir con productoras independientes al menos el 75% de sus proyectos.

Para José María Otero, director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuale...

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El Gobierno aprobó ayer el texto que desarrolla la Ley de Fomento y Promoción del Cine. El Consejo de Ministros dio el visto bueno al llamado Real Decreto de la Cinematografía, que regula las ayudas a la producción (se fija un máximo de 901.518 euros por película), a la distribución y a la explotación. La novedad principal es el artículo que obliga a las llamadas productoras participadas -asociadas a grupos televisivos- a coproducir con productoras independientes al menos el 75% de sus proyectos.

Para José María Otero, director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), el real decreto aporta, fundamentalmente, estabilidad, al regular los diversos mecanismos de ayuda administrados por el ICAA. Las ayudas que se establecen cubren las fases básicas de la realización: la producción, la distribución y la explotación. El nuevo reglamento aporta, además, el desarrollo del primer sistema de ayudas que se pone en marcha de acuerdo con los criterios establecidos por la Unión Europea.

El decreto -aprobado en una de las horas más bajas por las que ha pasado el cine español en los últimos tiempos- diferencia a las productoras independientes de las participadas por canales de televisión. Estas últimas estarán obligadas a coproducir con las empresas independientes al menos el 75% de sus proyectos, quedando de esta manera regulada una antigua aspiración de las productoras pequeñas e intermedias que garantiza, según ellas, la competitividad dentro de la industria cinematográfica española.

Este nuevo artículo -objeto de encendidas discusiones en el seno de la FAPAE (Federación de Asociaciones de Productoras Audiovisuales de España) en los últimos meses- supone para algunos productores una limitación notable en su capacidad de acción, mientras que para otros significa que, por ley, las televisiones invertirán el dinero que deben emplear en películas de cine y no en subproductos enfocados más a la televisión que a la gran pantalla.

Con el nuevo reglamento en la mano, los productores de películas pueden solicitar una ayuda por una cantidad equivalente a un máximo del 15% de la recaudación por exhibición en salas de proyección españolas a lo largo de un periodo de 12 meses a partir de la fecha de estreno. Anteriormente era durante 24 meses. Para las películas que no se beneficiaron de la ayuda anticipada a la producción sobre proyecto, los productores pueden recibir, además de la ayuda mencionada, un complemento equivalente hasta el 33% de la inversión hecha por el productor, a condición de que la película haya obtenido una recaudación mínima en España a lo largo de los 12 primeros meses posteriores a su estreno. Actualmente, el umbral de recaudación es de 330.557 euros. Esta ayuda complementaria no puede exceder los 601.012 euros por película y puede llegar a los 661.113 euros si la recaudación supera los 390.658 euros.

Según el nuevo decreto, merecen especial atención los filmes de nuevos realizadores y los de bajo presupuesto, así como los documentales y las películas de relevancia cultural.

Por inversión del productor se entiende la contribución a la financiación de la película con cargo a los recursos propios del productor, la procedente de fuentes reintegrables y de la cesión de los derechos de explotación del filme, previa deducción de todas las subvenciones recibidas. Los umbrales para acceder a las ayudas complementarias suben proporcionalmente al aumento que ha experimentado el precio de las entradas desde 1997 a la actualidad, que es del 20%.

Después del estreno

Las ayudas son posteriores al estreno de la película y se establecen por criterios automáticos. El porcentaje real de la ayuda que corresponderá a los productores por este concepto se fijará anualmente, tomando en consideración los siguientes elementos: la disponibilidad presupuestaria, el número de películas que cumplan los requisitos para la ayuda cada año y el volumen global de la recaudación de las películas concurrentes a cada convocatoria. El importe máximo que una película puede recibir con arreglo a estas ayudas tiene un límite absoluto fijado actualmente en 901.518 euros. La ayuda nunca puede exceder del 50% de sus costes ni el 75% de la inversión hecha por el productor.

Otro de los asuntos novedosos dentro del reglamento es la creación de un Comité de Análisis y Segumiento de Mercado ante la necesidad de transparencia en las relaciones comerciales entre las multinacionales americanas y los exhibidores. Así, por primera vez, este comité abordará las distintas denuncias. Si se advierten infracciones, el ICCA se personará y lo denunciará ante al Servicio de Defensa de la Competencia, del Ministerio de Economía y Hacienda.

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