A peor
La tozuda realidad sigue llevando la contraria a los esquemas que transmite el Gobierno para explicarla. Hace 48 horas, la tasa de inflación de abril se disparaba y ponía en evidencia la tesis oficial de que el diferencial de precios debía atribuirse al mayor crecimiento de la economía española. Ayer, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre contradecían la afirmación reciente del vicepresidente Rato de que la economía española había retornado a la senda del crecimiento en esos meses. Según la EPA, el paro ha aumentado en 189.300 personas, con lo ...
La tozuda realidad sigue llevando la contraria a los esquemas que transmite el Gobierno para explicarla. Hace 48 horas, la tasa de inflación de abril se disparaba y ponía en evidencia la tesis oficial de que el diferencial de precios debía atribuirse al mayor crecimiento de la economía española. Ayer, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre contradecían la afirmación reciente del vicepresidente Rato de que la economía española había retornado a la senda del crecimiento en esos meses. Según la EPA, el paro ha aumentado en 189.300 personas, con lo cual el número de parados se sitúa en 2.081.000. No sólo aumenta el número de desempleados, sino que es la primera vez desde 1995 que se produce destrucción de empleo.
La EPA del primer trimestre de 2002 recoge por primera vez los cambios metodológicos para medir de forma homogénea en la UE el número de ocupados y de parados. Con el nuevo sistema, el número de parados en el último trimestre de 2001 había descendido en 321.000, y la tasa de paro, hasta el 10,5% de la población activa. Pues bien, después de la pésima evolución del mercado de trabajo entre enero y abril, el paro se sitúa en el 11,47%, es decir, ha empeorado en casi un punto.
Las novedades metodológicas aprobadas por el INE son razonables y darán una imagen más fiel del mercado de trabajo. Sólo cabe recomendar que el Gobierno no haga pasar las mejoras estadísticas como reducción del paro imputable a la recuperación económica y a los aciertos en la gestión laboral. Pero de esa ganancia estadística de dos puntos y medio la desaceleración de la economía y la incertidumbre de las empresas se ha comido ya un punto porcentual.
Estamos casi donde estábamos, pero en algunos aspectos peor, pues la población activa ha aumentado durante el trimestre en más de 123.000 personas y en más de medio millón durante el último año, en parte por la entrada de inmigrantes, y el ritmo de creación de empleo, que en el último trimestre del año pasado era superior al 3%, ha caído al 2,2%. En España hay 490.000 hogares con todos sus miembros activos en paro, el 14% más que en el trimestre anterior. Ése sí es un empeoramiento real.