Reportaje:

Escuela de solidaridad

Refugiados saharauis aprenden en Jaén a construir centros de salud

Molud Ali y Ami Omar hacen un alto en su trabajo mientras fuman un poco de maneja, el tabaco cultivado en tierras saharianas. Su reencuentro con la pipa es su momento más plácido tras una dura sesión de trabajo durante la que no paran de colocar bloques de cemento y placas de cinc. Los dos proceden de los campamentos de refugiados saharauis y han venido a Jaén como alumnos de un peculiar taller de albañilería. Están aprendiendo a construir centros de salud con materiales hasta ahora ajenos para ellos. A iniciativa de la Asociación del Pueblo Saharaui en Jaén, han cruzado el Estrecho para, dura...

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Molud Ali y Ami Omar hacen un alto en su trabajo mientras fuman un poco de maneja, el tabaco cultivado en tierras saharianas. Su reencuentro con la pipa es su momento más plácido tras una dura sesión de trabajo durante la que no paran de colocar bloques de cemento y placas de cinc. Los dos proceden de los campamentos de refugiados saharauis y han venido a Jaén como alumnos de un peculiar taller de albañilería. Están aprendiendo a construir centros de salud con materiales hasta ahora ajenos para ellos. A iniciativa de la Asociación del Pueblo Saharaui en Jaén, han cruzado el Estrecho para, durante varios meses, aprender las técnicas de construcción más básicas de Occidente, que luego se encargarán de trasladar a sus dairas y campamentos.

'Vamos a recibir una formación multifacética, desde albañilería, carpintería o electricidad', explica Molud Ali mientras recibe las instrucciones de Manuel López, el maestro albañil que les ha enseñado a levantar, en apenas unos días, una perfecta réplica a escala de un módulo sanitario que muy pronto vendrá a sustituir a las tiendas de campaña que ahora sirven de improvisados hospitales en los campamentos de refugiados. Molud recuerda que la falta de materiales tan básicos como el cemento obliga a construir en su país con bloques de adobe, muy frágiles ante las escasas pero dañinas lluvias torrenciales. 'Ahora, al menos estamos utilizando materiales apropiados para edificios que han de soportar temperaturas de más de 50 grados a la sombra', dice el refugiado saharaui.

Ha sido el Ayuntamiento de Jaén el que, con cargo al programa del 0,7% de cooperación internacional, ha asumido la financiación de cuatro centros de salud en los campamentos de refugiados de Tinduf. Los 228.384,60 euros (38 millones de pesetas) que saldrán de las arcas municipales van a servir no sólo para instruir al equipo de albañiles, sino también para un plan intensivo de formación que, durante ocho meses, van a seguir en el hospital Princesa de España de Jaén Larosi Mohamed y Agaila Hasan, médico y ATS, respectivamente, procedentes de los campamentos saharauis. En este caso, su aprendizaje incidirá sobre todo en las técnicas quirúrgicas para combatir las patologías más frecuentes entre los refugiados.

Cuando termine el proceso de formación de los albañiles, que se completará con un exhaustivo plan teórico, buena parte de los materiales empleados en la reproducción a escala de los centros de salud se desmontarán para aprovecharse en las futuras construcciones en los campamentos. Desde las ventanas de aluminio, las puertas de madera o las cubiertas de cinc pasando por maquinaria tan diversa como carretillas, hormigoneras o motores para cortar bloques.

El alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar, que ha visitado los módulos sanitarios que se construyen en Jaén para el pueblo saharaui, adelantó que no será éste el último proyecto que el Ayuntamiento jiennense abandere en colaboración con la Asociación del Pueblo Saharaui.

100 toneladas de generosidad

Los centros de salud que se van a levantar en los campamentos de Tinduf no van a ser la única contribución solidaria del pueblo jiennense con los refugiados saharauis. Hoy mismo parte de Jaén un equipo médico, compuesto por un cirujano, un urólogo, un anestesista y un ATS, que llevará a cabo en las dos próximas semanas numerosas intervenciones quirúrgicas. El año pasado, en otra experiencia similar, atendieron a 320 enfermos y practicaron medio centenar de operaciones. La Diputación de Jaén corre con el gasto de la expedición, mientras que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía aporta todo el material fungible necesario para el equipo médico. Por si fuera poco, mañana viernes saldrá de Jaén una nueva edición de la llamada Caravana de la Paz, que es la más antigua muestra de solidaridad jiennense con el pueblo saharaui. En esta ocasión, son 100 toneladas de generosidad las que cruzarán el Estrecho para paliar el sufrimiento de los refugiados saharauis: 93.000 kilos de alimentos (donde no falta el aceite de oliva), 2.700 mantas, una ambulancia donada por Cruz Roja y varias sillas de ruedas para minusválidos se van a trasladar en los cuatro camiones de ayuda humanitaria que han financiado ayuntamientos tan diversos como los de Torredelcampo, Torredonjimeno, Huelma, además de la Diputación y empresas y muchos jiennenses anónimos comprometidos cada año con la labor que lleva a cabo la Asociación del Pueblo Saharaui. Miguel Mesa, miembro de la gestora de esta ONG en Jaén, recuerda que ya son ocho los años que lleva realizándose la Caravana de la Paz. 'Cualquier aportación, por muy simple que sea, puede contribuir a movilizar voluntades y paliar el sufrimiento del pueblo saharaui', subraya. El último de los proyectos que acomete la asociación, compuesta por más de 300 socios en Jaén, es Vacaciones en paz, por el que cada año son muchos los niños de los campamentos de refugiados que pasan los veranos con familias jiennenses.

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