Un estudio de la OCDE sitúa a España en el último lugar de la UE en gasto sanitario

La mayoría de los Gobiernos se han visto obligados a combinar modernización y ahorro

España es el país de la Unión Europea que menos gastó por habitante en sanidad durante 1998, con 1.062 euros. El último informe de la OCDE, Panorama de la salud, 2001, señala que, en términos de producto interior bruto, España, con el 7% de inversión, se coloca en el undécimo lugar de los Quince. Con 3,9 camas por cada 1.000 habitantes, los hospitales españoles son los segundos con menor oferta tras los suecos (3,8). En los últimos 30 años se ha producido en los países de la OCDE un descenso de las plazas hospitalarias debido al aumento de la cirugía de día y a la reducción del tiempo d...

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España es el país de la Unión Europea que menos gastó por habitante en sanidad durante 1998, con 1.062 euros. El último informe de la OCDE, Panorama de la salud, 2001, señala que, en términos de producto interior bruto, España, con el 7% de inversión, se coloca en el undécimo lugar de los Quince. Con 3,9 camas por cada 1.000 habitantes, los hospitales españoles son los segundos con menor oferta tras los suecos (3,8). En los últimos 30 años se ha producido en los países de la OCDE un descenso de las plazas hospitalarias debido al aumento de la cirugía de día y a la reducción del tiempo de posoperatorio.

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El informe Panorama de la salud, Eco-salud, OCDE 2001, que recoge datos de los dos últimos años de la década de los noventa en los 30 países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), subraya que el gasto en sanidad es motivo de preocupación para los Gobiernos desde hace varias décadas. Alrededor de las tres cuartas partes de esta inversión están cubiertas por la aportación de fondos públicos, 'y su aumento', señala el estudio, ' se ha traducido en una carga impositiva y de cotizaciones sociales'.

Con la ayuda de las nuevas tecnologías, los sistemas de salud de los países desarrollados han incrementado la lucha contra las enfermedades. Pero eso conlleva un coste. El gasto sanitario ocupa el primer lugar de los presupuestos destinados a la industria de los servicios de la mayoría de los países de la OCDE (de ella forman parte los 15 Estados de la UE). En los últimos 30 años, gran parte de los Gobiernos se han visto obligados a combinar la modernización de sus servicios con una política de ahorro.

- 7% del PIB en sanidad. El gasto total en sanidad responde a la suma los gastos en servicios al ciudadano y de los bienes de equipo. España es el país de la UE que menos gastó por habitante en sanidad en 1998, con 1.062,66 euros, frente a la inversión de países como Alemania (2.101,89 euros), Dinamarca (1.897,48 euros) o Francia (1.820,05 euros). Reino Unido se coloca en el cuarto lugar por la cola con 1.343,9 euros. En términos de Producto Interior Bruto (PIB), España es el quinto país de Los Quince que menos invierte en sanidad (7% ), por debajo del Reino Unido e Irlanda (6,8%) o Finlandia (6,9%). Alemania (10,4%) y Francia (9,4%) son los dos que más invierten de la UE. Por suparte, EE UU (12,9%) es el primero de la lista de los de la OCDE, pese a ser uno de los tres que menos camas hospitalarias ofrece, después de México y Turquía. En cuanto a la evolución del gasto en función del PIB, España ha sido el segundo país de la UE en incrementar su inversión con un 3,4% entre 1970 y 1998, después de Francia (6%).

En la mayoría de los países es el Estado el que financia una gran parte del gasto en sanidad, lo que, en términos sociales, representa un éxito de igualdad de asistencia. La financiación pública española cubre las tres cuartas partes del gasto, un nivel intermedio. La menor aportación corresponde a EE UU (44,8%).

- Menos camas en los hospitales. Los Gobiernos han conducido a los hospitales hacia una reforma profunda en busca de una mayor eficacia. Para ello han recortado la duración de las estancias e incrementado la aplicación de la cirugía de día. La cifra media de camas por 1000 habitantes en los 30 países de la OCDE ha pasado de 8,9 en 1980 a menos de siete en 1998. Dentro de la UE, España cuenta con 3,9 camas por cada 1.000 habitantes y es el segundo país con menor número de camas, después de Suecia (3,8). Portugal (4) y Reino Unido (4,2) se aproximan a España. El mayor número de plazas, lo ofrecen Holanda (11,3) y Alemania (9,3).

En número de camas para la atención de urgencia, el Reino Unido es el Estado de la UE que dispone de menos plazas (2,4), seguido de Suecia (2,6). España (3,2) ocupa el el quinto lugar entre los de menor oferta. La mayor la ofrece Alemania (6,5).

- Menos ingresos en España. Los hospitales y los centros de atención primaria representan uno de los principales medidores de la actividad de los sistemas sanitarios. La media de hospitalizaciones en los países de la OCDE en 1998 osciló entre 161 y 169 ingresos por cada mil habitantes. En España se situó muy por debajo: 113,8 hospitalizaciones por cada millar de habitantes. Se convirtió por tanto en el segundo país de la UE con menor número de ingresos después de Holanda (107,8). Austria ocupó el lugar de cabeza (286,3 ingresos) seguido de Finlandia (265). En el Reino Unido se registraron 150,9.

En atención de enfermos agudos, España y Holanda fueron los que menos pacientes acogieron por cada 1000 habitantes, con 110 y 99, respectivamente. Austria fue el de mayor afluencia de este tipo de enfermos, con 254. En España, la estancia media de los pacientes agudos es de ocho días, por lo que el país ocupa el cuarto lugar de estancias más prolongadas, después de Alemania, Países Bajos y Bélgica. El informe apunta que estas medias enmascaran desniveles importantes y que las tendencias a la baja en países como Canadá y EE UU no significan una disminución general de la afluencia a los servicios hospitalarios ya que 'la atención de día no se contabiliza y, sin embargo, ha crecido considerablemente'.

- Medicamentos, gasto creciente. En las últimas décadas, el mercado farmacéutico ha acogido el descubrimiento de nuevas medicinas. Ello ha provocado un aumento del gasto farmacéutico. La factura acapara una parte creciente de la inversión en sanidad. Desde 1990, ese gasto supone, de media, un 14,1% del total de gasto sanitario. España está por encima (20,7%) y se sitúa como el quinto país que más tira de los presupuestos para fármacos después de Hungría, Portugal, República Checa y Francia. Francia es el país de la OCDE, y por tanto de la UE, que más invierte en productos farmacéuticos (397,83 euros por habitante en 1998). España, con 212,71 euros (datos de 1997) ocupa el sexto lugar entre los de mayor gasto de la UE, después de Francia, Bélgica, Portugal, Italia y Alemania.

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