Detenida una violenta banda de ladrones de pisos y joyerías
El jefe, apodado Bang Bang, tiene 19 años
La policía ha detenido a una peligrosa banda de ladrones colombianos de pisos y joyerías. Sus cinco miembros esperaban a que los dueños de las casas entrasen en las viviendas para intimidarlos y desvalijarlos. Las detenciones se enmarcan dentro de la Operación Ludeco, un dispositivo de vigilancia ideado por la Jefatura Superior de Policía contra delincuentes colombianos y ecuatorianos.
Las investigaciones comenzaron cuando la policía descubrió hace un mes y medio la presencia en Madrid del cabecilla del grupo, Elvin Andrés L. F., alias Bang Bang, de 19 años. Éste pertenecía a la ...
La policía ha detenido a una peligrosa banda de ladrones colombianos de pisos y joyerías. Sus cinco miembros esperaban a que los dueños de las casas entrasen en las viviendas para intimidarlos y desvalijarlos. Las detenciones se enmarcan dentro de la Operación Ludeco, un dispositivo de vigilancia ideado por la Jefatura Superior de Policía contra delincuentes colombianos y ecuatorianos.
Las investigaciones comenzaron cuando la policía descubrió hace un mes y medio la presencia en Madrid del cabecilla del grupo, Elvin Andrés L. F., alias Bang Bang, de 19 años. Éste pertenecía a la conocida como banda del Comandante, que se dedicaba a robar en joyerías. Uno de los golpes más importantes fue el que efectuó el 12 de junio del año pasado, cuando secuestraron a la familia de un joyero (matrimonio, dos hijas y la empleada de hogar). Después de quitarles las llaves, se dirigieron a su joyería, situada en el número 112 de la calle de Atocha. Allí se apoderaron de más de 30 millones en alhajas. Pero, al ponerse en marcha la Operación Kilate (dispositivo policial para defender a los joyeros), los miembros de la banda huyeron a Estados Unidos.
Regreso de Estados Unidos
Pero hace uno mes y medio, la policía descubrió que Elvin Andrés L. F. había vuelto. Ahora, según los investigadores, se dedicaba, con una nueva banda, a robar pisos y joyerías.
Su manera de operar era la siguiente: dos integrantes del grupo vigilaban por las mañanas chalés de lujo para conocer las entradas y salidas de sus moradores, las medidas de seguridad y la existencia o no de vigilancia privada o policial. Después, por la noche acudía el resto de la banda en dos coches. Cuando veían un vehículo particular, lo seguían hasta que se introducía en el chalé. En ese momento, y a punta de pistola, obligaban al morador a apagar los sistemas de seguridad y a comunicar al resto de residentes la presencia de los ladrones en la vivienda.
Después usaban gran violencia para intimidar a los dueños, a los que no dudaban en golpear con sus armas e, incluso, dispararles. Así ocurrió en el asalto a una vivienda de Torrejón. Llegaron a idear un falso artefacto explosivo que adosaban a los niños o las personas más débiles. Encendían una luz, que simulaba un detonador, para que los dueños indicasen con rapidez dónde estaban las joyas y los objetos de valor.
Mientras tanto, otro integrante del grupo esperaba en un coche fuera de la vivienda. Siempre utilizaban vehículos de gran cilindrada, como un Nissan Primera, un Citroën Xsara o un Audi 6.
La policía les imputa cinco robos ocurridos en los distritos de San Blas y Moncloa-Aravaca y en los municipios de Pozuelo de Alarcón, Torrejón de Ardoz y Villaviciosa. Cuando los investigadores de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) les detuvieron, acababan de asaltar un chalé en esta última localidad. Los agentes también creen que los detenidos atracaron una joyería en Alicante.
Los investigadores les han decomisado cuatro armas de fuego, pasamontañas, abundantes alhajas y documentación falsa. Un carné del gremio de joyeros colombiano falsificado les permitía vender allí las piezas robadas en España. Todos han ingresado en prisión.