El 71% de los europeos rechaza los alimentos alterados genéticamente

Los ciudadanos culpan de las 'vacas locas' a la industria agroalimentaria y los gobiernos

Los europeos no se fían de los transgénicos y no quieren que éstos formen parte de su alimentación. Los que dicen tener más conocimientos sobre el asunto se declaran aún más desconfiados que la media. Según los resultados del Eurobarómetro especial dedicado a la ciencia y la tecnología en Europa presentado ayer en Bruselas, el 70,9% de los ciudadanos rechaza de plano que los transgénicos se utilicen en los productos alimenticios, y el 59,4% cree que los transgénicos pueden tener efectos negativos en el medio ambiente, un porcentaje que se eleva hasta el 66% entre los europeos que dicen tener u...

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Los europeos no se fían de los transgénicos y no quieren que éstos formen parte de su alimentación. Los que dicen tener más conocimientos sobre el asunto se declaran aún más desconfiados que la media. Según los resultados del Eurobarómetro especial dedicado a la ciencia y la tecnología en Europa presentado ayer en Bruselas, el 70,9% de los ciudadanos rechaza de plano que los transgénicos se utilicen en los productos alimenticios, y el 59,4% cree que los transgénicos pueden tener efectos negativos en el medio ambiente, un porcentaje que se eleva hasta el 66% entre los europeos que dicen tener un alto nivel de conocimientos.

La máxima preocupación de los europeos respecto a los transgénicos está relacionada con su alimentación, aunque los jóvenes no tienen un rechazo tan amplio. Del 70,9% se baja al 64,3% entre la población más joven (de 15 a 24 años). Por el contrario, la gente de mayor edad tiene una menor disposición a consumir transgénicos. En todo caso, casi todos (94,6%) desean poder elegir, y el 85,9% quiere saber más sobre este tipo de alimentos antes de consumirlos. Esta demanda se corresponde con la política europea de promover un etiquetado completo de los alimentos transgénicos.

Sobre la crisis de las vacas locas, los europeos tienen un claro juicio de valor: la culpa es de la industria, aunque los políticos no quedan exentos de responsabilidad. El 74,3% de los encuestados culpa a la industria agroalimentaria, aunque también involucra a los políticos (68,6%) y a los agricultores (59,1%). El 50,6% de los europeos considera que los científicos también han tenido parte de responsabilidad en esta crisis.

En términos generales, los europeos demandan un mayor conocimiento científico. El 45% no se siente nada interesado en cuestiones científicas y técnicas, pero, además, las dos terceras partes dicen no estar bien informadas. Para los ciudadanos, parte de la culpa la tienen los medios de comunicación, que presentan los avances de forma demasiado negativa. El 53,3% de los entrevistados cree además que los periodistas especializados en estos asuntos no tienen suficientes conocimientos o no están entrenados para hacerlo.

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