Las ofertas españolas a la coalición antitalibán suman 1.300 soldados

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, detalló ayer por vez primera en el Congreso la oferta militar española a la coalición contra el terrorismo que lidera Estados Unidos.

Aunque el ministro evitó dar cifras globales, la unidades ofrecidas suman casi 1.300 militares. De ellos, unos mil corresponden a contribuciones militares cuyo empleo se considera improbable debido a la rápida evolución de la campaña en Afganistán, y otros 235 a misiones de ayuda humanitaria que, en este momento, según Trillo-Figueroa, constituyen 'la prioridad de las prioridades'.

Un total de 13 av...

El ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, detalló ayer por vez primera en el Congreso la oferta militar española a la coalición contra el terrorismo que lidera Estados Unidos.

Aunque el ministro evitó dar cifras globales, la unidades ofrecidas suman casi 1.300 militares. De ellos, unos mil corresponden a contribuciones militares cuyo empleo se considera improbable debido a la rápida evolución de la campaña en Afganistán, y otros 235 a misiones de ayuda humanitaria que, en este momento, según Trillo-Figueroa, constituyen 'la prioridad de las prioridades'.

Un total de 13 aviones de transporte, ocho ligeros CN-235 y cinco pesados Hércules C-130, participarán en la operación humanitaria, cuya primera fase consistirá en la llegada de la ayuda a los grandes centros de recepción en países limítrofes de Afganistán, seguida de su distribución, también por vía aérea, en el interior del país. Además de pilotos y mecánicos, el contingente contará con una escuadrilla de apoyo al despliegue aéreo y, posiblemente, una unidad médica que podría establecerse en el aeropuerto de Bagram, cerca de Kabul.

Como primera demanda, el general Tommy Franks, jefe de las operaciones en Afganistán, reclamó el pasado sábado a las autoridades españolas aviones de transporte para llevar material desde Pisa (Italia) hasta Ashjabad (Turkmenistán).

Trillo-Figueroa admitió que el reparto de ayuda sobre el terreno necesitará protección armada, para garantizar su seguridad, pero excluyó implícitamente la participación de tropas españolas en esa fase al alegar que dicha operación, la menos perfilada hasta ahora, correrá a cargo de países islámicos (Turquía, Jordania o Indonesia) y anglosajones (Reino Unido o Canadá).

Respecto a la participación en operaciones bélicas, improbable en este momento, explicó que España ha ofrecido un Grupo Operativo, basado en el Mando de Operaciones Especiales de Rabasa (Alicante), con ocho helicópteros de transporte y 253 militares, por parte del Ejército de Tierra; dos fragatas y un buque logístico, con 563 marineros, por parte de la Armada; y siete aviones -dos C-130, cuatro CN-235 y un P-3 Orión de patrulla marítima- y 225 militares por el Ejército del Aire.

En conjunto, la cuantía de la contribución española es menor a la de Holanda (1.400 soldados), pero Trillo-Figueroa insistió en que se trata de una aportación basada en el 'realismo' y la 'eficacia' y criticó, sin citarlos, el 'exhibicionismo' de algunos países, que han mandado unidades a la zona sin preguntar antes si eran necesarias. Se comprometió, además, a sugerencias de CiU y PSOE, a ofrecer a la coalición el centro internacional de desminado de Hoyo de Manzanares (Madrid).

Respecto al apoyo logístico dado a EE UU, informó de que 38 buques y más de 480 aviones -entre los que no habría bombarderos- han hecho escala en las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) desde el inicio de la operación.

Trillo-Figueroa recibió el apoyo de la mayoría de los grupos, pero el socialista Jordi Marsal pidió que un procedimiento fije el papel del Parlamento en este tipo de conflictos. 'Usted ni siquiera ha buscado el consenso', le espetó al ministro el portavoz de IU, Felipe Alcaraz, única voz discrepante. 'Ha venido a informar hoy porque, si no lo hacía, los españoles nos habríamos enterado mañana a través del señor Bush', añadió.