El Gobierno subirá una peseta el impuesto que grava el gasóleo agrícola y para calefacción

Los sectores afectados calculan pérdidas de hasta 150.000 millones de pesetas

Además de la nueva tasa sobre las gasolinas, el Gobierno ha decidido subir una peseta el impuesto especial que grava el consumo de gasóleo, tanto de calefacción como agrícola. Las comunidades autónomas podrán, por su parte, subir otra peseta en los próximos tres años, aunque igual que en el caso de las gasolinas, la medida no es aceptada por la mayoría de ellas, incluidas las gobernadas por el PP. La subida de una peseta en ambos combustibles, en especial el agrícola, ha desatado una oleada de protestas. Los sectores afectados calculan el coste de las subidas en 150.000 millones de pesetas....

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Además de la nueva tasa sobre las gasolinas, el Gobierno ha decidido subir una peseta el impuesto especial que grava el consumo de gasóleo, tanto de calefacción como agrícola. Las comunidades autónomas podrán, por su parte, subir otra peseta en los próximos tres años, aunque igual que en el caso de las gasolinas, la medida no es aceptada por la mayoría de ellas, incluidas las gobernadas por el PP. La subida de una peseta en ambos combustibles, en especial el agrícola, ha desatado una oleada de protestas. Los sectores afectados calculan el coste de las subidas en 150.000 millones de pesetas.

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Las subidas se aplicarán desde el próximo 1 de enero, pese al desacuerdo mayoritario en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado jueves. Se incluirán en la Ley de Presupuestos durante el trámite de enmiendas en el Senado, cuyo plazo de presentación termina el próximo lunes.

Además de las cuatro pesetas que subirá el impuesto especial para las gasolinas y gasóleos de automoción, el Gobierno ha decidido elevar una peseta el que grava el consumo de gasóleo tanto para calefacción como agrícola. Este impuesto es ahora de 13,097 pesetas por litro. Las comunidades autónomas tendrán por su parte la posibilidad de subir otra peseta en los próximos tres años, aunque la mayoría de ellas ha mostrado su rechazo.

El subidón de los precios de los carburantes provocó ayer una gran resaca colectiva en todos los sectores económicos cuyos costes dependen en gran medida del precio de las gasolinas. Todos ellos -taxistas, agricultores, transportistas de mercancías y empresas de autobuses- reiteraron las duras críticas al acuerdo que ya emitieron la víspera, calcularon el coste global que la nueva tasa supondrá para sus empresas -hasta 150.000 millones de pesetas- y anunciaron su disposición a emprender medidas de protesta si el Gobierno no rectifica.

Los transportistas de mercancías en carretera denunciaron que la nueva tasa supondrá un coste de entre 75.000 y 120.000 millones de pesetas, según Ovidio de la Roza, presidente del Comité Nacional del Transporte por Carretera, que agrupa a más de 32.000 empresas del sector.

Protestas

Las empresas de transporte de viajeros consideran que el coste por autobús será de 270.000 pesetas al año, lo que para el conjunto del sector representará unos 10.000 millones de pesetas anuales, según informaron ayer fuentes de la Federación Empresarial de Transporte de Viajeros.

Los taxistas también hicieron oir su voz y calcularon en 65.000 pesetas el sobrecoste por vehículo que soportarán los profesionales, con un total de 4.550 millones, según la Confederación del Taxi de España.

Por su parte, las asociaciones de agricultores reiteraron que el nuevo impuesto supondrá entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas y exigieron que no se aplique al gasóleo agrícola.

Los afectados criticaron el carácter inflacionista del nuevo impuesto y lamentaron que el Gobierno aproveche el contexto de bajada de los precios de los carburantes para imponer más gravámenes sobre los carburantes.

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