La Junta crea el distintivo 'Calidad Certificada' para los productos agroalimentarios y pesqueros

Según las previsiones, al terminar el año el sector habrá facturado dos billones de pesetas

Las previsiones auguran que al final el año la industria agroalimentaria andaluza habrá facturado un billón de pesetas. Con estas cifras, el sector es sin duda uno de los pilares de la economía de la comunidad. La Junta ha creado un nuevo distintivo de calidad para aquellos productos elaborados bajo controles específicos a fin de hacerlos más competitivos en los mercados nacionales e internacionales. Calidad Certificada -que nace de la ya derogada marca Alimentos de Andalucía- prevé una inversión de 20.000 millones de pesetas hasta el año 2006.

La marca ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las previsiones auguran que al final el año la industria agroalimentaria andaluza habrá facturado un billón de pesetas. Con estas cifras, el sector es sin duda uno de los pilares de la economía de la comunidad. La Junta ha creado un nuevo distintivo de calidad para aquellos productos elaborados bajo controles específicos a fin de hacerlos más competitivos en los mercados nacionales e internacionales. Calidad Certificada -que nace de la ya derogada marca Alimentos de Andalucía- prevé una inversión de 20.000 millones de pesetas hasta el año 2006.

La marca Calidad Certificada será a partir de ahora sinónimo de buen producto. Creado por el decreto número 242 de la Junta de Andalucía del pasado 1 de noviembre, este sello será una garantía de seguridad alimentaria para los consumidores y añadirá un marchamo de calidad a los productos de la región.

La certificación tiene como antecedente el distintivo Alimentos de Andalucía, creado en 1989 y que tuvo que ser derogado recientemente por exigencia comunitaria. Aquella marca aglutinó unos 115 productos. Calidad Certificada nace con una meta mucho más ambiciosa: agrupar a la mayor cantidad posible de empresas de la comunidad que reúnan los requisitos establecidos en el decreto. El consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, al presentar ayer en Málaga el nuevo distintivo de calidad comentó: 'Nos apoyamos en esa herencia, pero avanzamos'.

La certificación es mucho más que un logotipo. 'Es una estrategia para diferenciar los productos en mercados cada vez más globalizados y para competir con países que venden más barato', explicó el consejero. La marca -que ya cuenta con la homologación de la Unión Europea- exigirá a las empresas que quieran obtener este marchamo de calidad pasar unos controles específicos que certifiquen el cumplimiento de una serie de requisitos en su producción, transformación y comercialización.

Inversión millonaria

El proyecto prevé una inversión pública de 20.333 millones de pesetas en el período 2000-2006 y una participación privada del orden de los 13.500 millones. La solicitud de la certificación deberá tramitarse ante la Consejería de Agricultura y Pesca, y se concederá por un período de cinco años tras comprobar el cumplimiento de una serie de exigencias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los productos susceptibles de agruparse bajo este sello de calidad son aquellos amparados bajo denominaciones de origen y otras específicas, los de producción ecológica e integrada, las especialidades tradicionales garantizadas y los que están acreditados según la norma europea de calidad 45.011; aunque también, todos aquellos que cumplan las exigencias del decreto 242 publicado en el Boletín de la Junta de Andalucía (Boja) número 131.

Plata precisó que la apuesta de la consejería por esta marca se basa no sólo en la importancia económica de la producción agroalimentaria andaluza, sino también en su contribución a la cohesión social y territorial, a la generación de empleo y a la distribución de la riqueza. El consejero confío en que la iniciativa encontrará eco en las cooperativas, los productores ecológicos e integrados y las denominaciones de origen.

Para tratar de convencer a los potenciales miembros, Plata aclaró ante algo más de un centenar de productores que asistieron a la presentación que el distintivo no supondrá ningún coste adicional y sí sumará valor añadido al producto ya que contribuirá a darle mejor posición en los mercados. La puesta en marcha de la certificación se hará bajo el lema La calidad que se sale y se acompañará posteriormente con ferias y misiones comerciales orientadas a la promoción nacional e internacional.

Uno de los objetivos es ganar cuota de mercado en los países centroeuropeos y captar el segmento de consumidores más exigentes.

El logotipo es una A en verde y de trazos irregulares, que refleja el color del campo y el calor de su gente. Los controles serán realizados por un organismo certificador. El decreto dispone también la creación de un registro en el que se apuntarán las empresas autorizadas, una vez que hayan pasado esas inspecciones.

Dado que los controles abarcarán todo el proceso -desde la producción hasta la comercialización- el nuevo sello será una garantía de calidad total. Además, podrá sumarse a otros distintivos con los que ya cuenten los productos, como los de producción ecológica, integrada o denominaciones de origen.

Plata destacó la apuesta de la administración andaluza porque los productos de la región ganen valor añadido y como ejemplo citó la creación en 1999 del Consejo Andaluz de la Calidad Alimentaria. Ayer, pidió también un esfuerzo a productores, industriales y comercializadores para 'ganar más en credibilidad' y les instó a incorporarse al nuevo distintivo.

Durante el acto, el consejero también avanzó que la producción final agraria de la comunidad autónoma alcanzará este año el billón 300.000 millones de pesetas y que en breve la consejería lanzará una campaña de promoción del aceite de oliva en Estados Unidos, un mercado hacia donde ya hay una importante presencia de exportaciones andaluzas.

Cuestión de supervivencia

Los productos agrupados bajo el paraguas de un distintivo de calidad tienen más posibilidad de competir en los mercados. Al menos así lo cree el consejero de Agricultura, Paulino Plata, para quien el nuevo sello es una 'cuestión de supervivencia'. Desde la administración autonómica se argumenta que la nueva certificación permitirá aglutinar una oferta atomizada de productores que enfrente tiene una demanda muy concentrada representada por las grandes cadenas comerciales. Una empresa, por más que elabore un producto de excelente calidad, tiene pocas posibilidades por sí sola de fijar precios; en cambio, si los productores se unen bajo este sello pueden hacer más fuerza, reflexionó el consejero. Como ejemplo de esa atomización, Plata detalló que de los dos billones de pesetas que facturan las empresas agroalimentarias andaluzas, muy pocas superan los 25.000 millones. En los mercados exteriores, la entrada y consolidación tampoco es fácil por la competencia feroz de otros países. Sin embargo, para el consejero, el nuevo distintivo de calidad supondrá 'sacar una oportunidad de donde había un peligro'. Representantes del sector y de organizaciones agrarias -que acudieron ayer al acto de presentación- acogieron con satisfacción la iniciativa de la administración andaluza. Plata opinó que el nuevo sello supondrá una ventaja para los consumidores porque se identificará como aval de calidad, mientras que a los empresarios les permitirá diferenciar su producto, incrementar su valor y fidelizar al comprador. Un tirón que, según el consejero, no se puede desaprovechar ahora que los consumidores más que nunca 'quieren saber lo que compran'.

Archivado En