Los 'sabios alemanes' avisan de que la economía está 'al borde de la recesión'

Berlín rechaza acelerar la reforma fiscal pedida por los institutos

En una nueva vuelta de tuerca en las presiones que afronta el ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, y el Banco Central Europeo (BCE) para bajar los tipos, cinco de los principales institutos económicos del país pidieron ayer adelantar a 2002 una nueva fase de la reforma fiscal aprobada el año pasado. Según los expertos, ésta es la única manera de estabilizar una economía que se encuentra 'al borde de la recesión'. Eichel se resiste: a su juicio, los alivios fiscales adicionales servirían de poco y pondrían en peligro el programa de estabilidad presupuestario.

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En una nueva vuelta de tuerca en las presiones que afronta el ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, y el Banco Central Europeo (BCE) para bajar los tipos, cinco de los principales institutos económicos del país pidieron ayer adelantar a 2002 una nueva fase de la reforma fiscal aprobada el año pasado. Según los expertos, ésta es la única manera de estabilizar una economía que se encuentra 'al borde de la recesión'. Eichel se resiste: a su juicio, los alivios fiscales adicionales servirían de poco y pondrían en peligro el programa de estabilidad presupuestario.

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En la presentación del tradicional informe que los seis principales institutos económicos del país publican cada otoño, ayer, en Berlín, quedó claro que la propuesta de adelantar otros 13.500 millones de marcos en reducciones del IRPF (1,15 billones de pesetas) ni siquiera cuenta con el apoyo unánime de los expertos. La medida, que vendría a complementar un alivio fiscal por 45.400 millones (3,8 billones de pesetas) en vigor desde este año, está prevista para 2003.

El Instituto para la Economía Mundial en Kiel (IfW), de hecho se distanció de la idea, que debería ir acompañada de un esfuerzo de inversión y que es defendida también con cada vez mayor ahínco por la oposición conservadora y las patronales. 'La consolidación presupuestaria se tiene que mantener, independientemente de cómo vaya la coyuntura', sentenció Joachim Scheide, economista del IfW. Desde Leipzig, el canciller alemán, Gerhard Schröder, declaró que no compartía la opinión de los seis principales institutos de estudios económicos respecto a que Alemania se encuentra al borde de la recesión. 'Estamos ante una debilidad económica pasajera', dijo Schröder.

Una economía en la UVI

De lo que se trata es de sacar de la UVI a la mayor economía de la zona euro, que este año sólo crecerá un enclenque 0,7% (y un 1,3% en 2002), según los institutos y el propio ministro Eichel, que prácticamente coinciden en sus previsiones.

En vista del 'virtual estancamiento' del crecimiento, la respuesta sería una nueva reducción de impuestos. Ésta, sin embargo, supondría un gran problema, según recalcó ayer Eichel al rechazar el consejo académico: desvirtuaría el programa de estabilidad del Gobierno alemán, que originalmente pretendía alcanzar un déficit público de 1,5% este año y del 1% en 2002, cifras ambas que ya son papel mojado y que deberán revisarse por un 2,5 y un 2%, en opinión de los investigadores.

Ello es de pésima presentación ante Bruselas, por lo que los institutos resaltaron ayer que cualquier medida fiscal tendría que ser concertada con los socios europeos para así evitar una 'pérdida de confianza' en Alemania. En defensa de su idea, los economistas también plantearon que el Pacto de Estabilidad debería reinterpretarse de tal manera que centre su atención en los déficit estructurales; es decir, aquellos que quedan si se descuentan de las arcas públicas la pérdida de ingresos fiscales y el aumento de los gastos.

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