El Consell quiere fichar científicos de prestigio y consolidar grupos de investigación autonómicos

La integración al VI Programa de la UE sólo será posible a través de 'redes de excelencia'

El tiempo corre en contra del débil sistema de investigación valenciano. Si la Generalitat no logra articular antes de final de año un sistema para que los científicos e investigadores formen grupos o 'redes de excelencia', tal y como viene definido en el VI Programa Marco de la UE que se está tramitando, la Comunidad puede perder el tren de la innovación. La Oficina de Ciencia trabaja a marchas forzadas para crear un órgano que permita fichar a científicos de prestigio, transferir investigadores a las empresas, y consolidar grupos potentes que se integren a proyectos de otros países.

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El tiempo corre en contra del débil sistema de investigación valenciano. Si la Generalitat no logra articular antes de final de año un sistema para que los científicos e investigadores formen grupos o 'redes de excelencia', tal y como viene definido en el VI Programa Marco de la UE que se está tramitando, la Comunidad puede perder el tren de la innovación. La Oficina de Ciencia trabaja a marchas forzadas para crear un órgano que permita fichar a científicos de prestigio, transferir investigadores a las empresas, y consolidar grupos potentes que se integren a proyectos de otros países.

La metodología del VI Programa Marco de la UE, que está tramitándose en estos momentos, es muy clara: los socios sólo podrán competir por el grueso de los fondos europeos para I+D+I a través de los macroproyectos de carácter industrial impulsados por las propias empresas o a través de la consolidación de las llamadas 'redes de excelencia', que aglutinan a los mejores científicos e investigadores de cada área.

Bajo esta óptica, el subsecretario de Ciencia y Tecnología, Javier Quesada, trabaja en el diseño de 'un órgano o fundación' que tendrá la triple función de transferir a los becarios de los programas postdoctorales de formación de personal investigador a las empresas, cuando terminen los dos años de duración de las becas; promueva la integración del centenar de cerebros procedentes de universidades, mayoritariamente extranjeras, que se incorporarán a finales de mes a las cinco universidades públicas valencianas; y, además, logre que la Generalitat goce de la solvencia institucional y económica suficiente para poder fichar a 10 o 15 investigadores de prestigio internacional que 'dinamicen' el sistema valenciano de I+D para que pueda participar de los proyectos de excelencia de la UE.

'Escepticismo'

Todo ello bajo 'un mando único' y en un plazo récord de 'unos seis meses'. El esquema sigue el modelo implantado con éxito en Cataluña desde hace más de una década, con la diferencia de que la Comunidad Valenciana está en el ecuador de la legislatura, lo que está provocando cierto 'cansancio' y 'escepticismo' entre los científicos valenciana, que subrayan que 'la subsecretaría de Ciencia y Tecnología lleva un año con ideas que no se han materializado aún'.

'Lo único claro por ahora', puntualiza el vicerrector de Investigación de la Universidad de Valencia, Francisco Tomás, es que 'todo lo que Zaplana ha defendido no se ha plasmado aún en ninguna medida concreta en estos dos años'. Como ejemplo Tomás cita, precisamente, la creación de la Oficina de Ciencia en la pasada legislatura, cuyos frutos apenas se empiezan a ver. Quesada admite que es 'consciente' del escepticismo que empieza a reinar entre las universidades e, incluso, reconoce que ha sido testigo de este clima de incertidumbre, durante sus visitas a los distintas universidades, como por ejemplo, la semana pasada en Alicante.

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Paralelamente, la incertidumbre y el descrédito crece entre los investigadores con becas de formación, ante el retraso de un año desde que se anunciara un Estatuto del Investigador sin que conozca aún ningún borrador. Quesada reconoce en este punto que el estatuto está a la espera de cómo quede definida la investigación tanto en la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOU), que se está tramitando en el Congreso de los Diputados, como en la prevista Ley de la Ciencia comprometida por el Gobierno central. En su defecto, el Consell ha optado por una solución de mínimos que es mantener la misma proporción de becas postdoctorales, pero homologar el salario de los becarios al de otras autonomías, con lo que pasarán de cobrar las 125.000 pesetas actuales a mensualidades de 157.000.

En opinión del vicerrector de la Politécnica, Vicente Hernández, 'están dados los elementos para que en la Comunidad se puedan consolidar grupos de investigación, lo que hace falta es voluntad de todos'. Un juicio que comparte el director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia, Gregorio Martín, que aboga por que 'universidades y tecnológicos apuesten por la sinergia de grupos e investigadores de la misma área'.

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