Reportaje:

Tenencia lícita de drogas

Un sociólogo e historiador se acoge a una ley de 1967 para disponer de estupefacientes con fines culturales

La petición es singular, pero el abogado Enrique Fornés está convencido de que su cliente dispone de base legal. Si eso es cierto, lo determinará el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, que ha admitido a trámite una demanda contra la Agencia Española del Medicamento y Ministerio de Sanidad por rechazar una autorización de tenencia de lícita de drogas para fines culturales y docentes. El autor es Juan Carlos Usó, historiador y sociólogo, investigador de sustancias estupefacientes que, entre otras cosas, quiere saber qué tienen y qué provocan las pastillas de éxtasis que ...

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La petición es singular, pero el abogado Enrique Fornés está convencido de que su cliente dispone de base legal. Si eso es cierto, lo determinará el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Madrid, que ha admitido a trámite una demanda contra la Agencia Española del Medicamento y Ministerio de Sanidad por rechazar una autorización de tenencia de lícita de drogas para fines culturales y docentes. El autor es Juan Carlos Usó, historiador y sociólogo, investigador de sustancias estupefacientes que, entre otras cosas, quiere saber qué tienen y qué provocan las pastillas de éxtasis que circulan por la Comunidad Valenciana. El 25 de junio recibió la resolución del Ministerio de Sanidad que le negó el permiso y decidió presentar demanda en el juzgado acogiéndose a una ley de normas reguladoras de estupefacientes de 1967 que sigue en vigor.

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Usó investiga sobre drogas desde 1990. Es autor de dos libros: Drogas y cultura de Masas (1998) y Spanish Tripp, la aventura psiquedélica en España (2001). En la línea de Antonio Escohotado, busca el retrato de la sociedad a través de las drogas y las relaciones que propician.

Tras la negativa de la Agencia del Medicamento, Usó decidió optar por otro camino. 'Pensaba que cuando se aprobó la llamada Ley Corcuera, otras normas quedaban derogadas. Pero no ha sido así. Un pronunciamiento del Tribunal Constitucional y otro del Tribunal Supremo dan vigencia a la ley del 67 sobre Normas Reguladoras de Estupefacientes. Y esa ley, entre otras cosas, licita la tenencia de drogas para usos industriales, docentes, científicos y medicinales. O sea, para lo que estoy pidiendo una autorización que me cubra las espaldas y no tenga que verme con una multa encima porque salgo de un sitio con determinadas drogas a fin de investigar sobre ellas. No quiero que me proporcionen las drogas, quiero buscarlas yo, tener permiso para ello y divulgarlo', explica el sociólogo.

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