El FBI afirma que el ataque fue ejecutado por 50 terroristas

La policía identifica a cinco de los suicidas y centra su investigación en Florida

La investigación de los atentados terroristas contra EE UU se concentraba ayer en el sur de Florida, donde las autoridades siguen el rastro de seis o siete de los presuntos involucrados que según han comprobado residieron en la zona hasta días recientes. Cinco de los identificados se cree que ejecutaron los ataques suicidas, uno está fugitivo y un séptimo se halla bajo custodia del FBI en Miami y cooperando en la investigación. Las autoridades federales creen que todos pertenecen a una red de más de 50 personas vinculadas a los ataques, de las cuales una veintena llevaron a cabo el secuestro d...

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La investigación de los atentados terroristas contra EE UU se concentraba ayer en el sur de Florida, donde las autoridades siguen el rastro de seis o siete de los presuntos involucrados que según han comprobado residieron en la zona hasta días recientes. Cinco de los identificados se cree que ejecutaron los ataques suicidas, uno está fugitivo y un séptimo se halla bajo custodia del FBI en Miami y cooperando en la investigación. Las autoridades federales creen que todos pertenecen a una red de más de 50 personas vinculadas a los ataques, de las cuales una veintena llevaron a cabo el secuestro de los aviones.

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La mayoría tenían pasaportes de Arabia Saudí o de los Emiratos Árabes Unidos y, supuestamente, están asociados con el millonario de origen saudí Osama Bin Laden, principal sospechoso de la autoría intelectual de los ataques. La policía sospecha que se instalaron en el sur de Florida para entrenarse en las academias de vuelo de esta zona, reconocidas como las mejores del país. La mayoría burlaron con facilidad las normas para conseguir documentación legal en EE UU, como el carné de conducir.

El detenido que está cooperando con el FBI ha sido identificado como Adnan Bujari. Residía en Vero Beach junto a su familia y estudiaba en una escuela de aviación. Su mujer y cinco hijos abandonaron la casa a finales de agosto. Al parecer también vivió con él su hermano, Amer Abbas Bujari, identificado en un principio como uno de los pilotos suicidas, pero que según informaciones posteriores murió el año pasado en un accidente de aviación en Florida.

Se cree que en un apartamento contiguo al de Bujari, alquilado por 1.400 dólares al mes, vivía otro presunto involucrado, Amer Mohamed Kamfar. Éste se encuentra fugitivo y según versiones periodísticas podría estar fuertemente armado. El principal de los sospechosos muertos es Mohamed Atta, de 33 años, de quien se sospecha que era el piloto de uno de los aviones que llevaron a cabo el atentado de Nueva York. Atta residió en varias poblaciones del sur de Florida y fue uno de los que abordó uno de los vuelos en Boston que después se estrelló contra una de las Torres Gemelas. Su nombre estaba en el registro de pasajeros junto al de Waleed al Shehri, de 25 años, que también vivía en el sur del Estado de Florida, en el balneario de Daytona Beach.

Atta estudió en la escuela de aviación Huffman de la ciudad de Venice, junto a un tercer presunto suicida, Marwan Alshehhi. Este último había alquilado un apartamento en la ciudad de Hollywood, al norte de Miami y fue presuntamente el piloto del segundo avión usado en el ataque a las Torres Gemelas. Ambos alquilaron un automóvil en Boston con el que viajaron la noche anterior al atentado a Portland, Maine. Desde allí abordaron a las seis de la mañana otro vuelo para retornar a Boston. En esa ciudad efectuaron el trasbordo y secuestraron el avión elegido apenas dos horas después.

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La documentación

El dueño de la academia Huffman aseguró ayer que había facilitado al FBI copia de los pasaportes y otra documentación de ambos sospechosos. Atta se había instalado en el sur de Florida a comienzos de 2000 y había tenido, al menos, dos residencias en los municipios de Venice y en Coral Springs. La semana pasada se le vio en un restaurante de la cercana vecindad de Hollywood emborrachándose con otros dos hombres de origen árabe y exhibiendo fajos de billetes de dólares. Ese día alardeaba de ser un piloto de American Airlines, según los camareros. Entre los registros de viviendas que el FBI ha realizado en el sur de la Florida también se logró ubicar a otros dos presuntos terroristas suicidas, Wail al Shehri, de 28 años, y Abdulatif al Omari, de 31 años. El primero vivía en Boynton Beach y el segundo residía de alquiler en un apartamento en Miami.

El rastro que dejaron los terroristas en el aeropuerto de Boston fue esencial para que el FBI pudiera seguir la pista hasta Florida. En un coche y dos bolsas de equipaje a nombre de Atta, que fueron confiscados en el aeropuerto de Boston, había documentos de los planes de atentado, así como manuales de entrenamiento en árabe, vídeos con instrucciones sobre cómo pilotar aviones comerciales, una copia del Corán, así como identificaciones de algunos de los sospechosos. También fueron cruciales los datos del alquiler de coches en Florida, Boston y Portaland, así como una tarjeta de crédito que los terroristas usaron para comprar cuatro de los siete pasajes de avión en Boston.

En esa ciudad se ha interrogado a varias personas presuntamente vinculadas a la red de Bin Laden en Estados Unidos, y que tenía su centro principal de apoyo en esa ciudad. Además se sabe que desde hace una década viven en Boston varios familiares de Bin Laden, incluido un hermano que ha donado importantes sumas de dinero a la Universidad de Harvard y un tío propietario de al menos seis pisos de lujo.

Las autoridades mantienen en secreto la marcha de la investigación, que apenas trascienden pieza a pieza a través de fuentes citadas por los medios de comunicación. Se sabe, por ejemplo, que han interrogado a más de una docena de personas en el sur de Florida y que estaba al tanto de la presencia de Atta en Florida y de sus posibles vínculos con la organización de Bin Laden, Al Qaeda.

La sede tipo búnker del FBI en Miami es el cuartel general de la investigación. La portavoz de esa agencia federal señaló que cerca de 500 agentes están trabajando exclusivamente en la identificación de los autores de los atentados, y que más de 20.000 están dedicados a la investigación en todo el mundo. También el FBI destaca la masiva colaboración ciudadana.

El presidente Bush, con lágrimas en los ojos, habla a los norteamericanos desde la Casa Blanca.REUTERS
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Marwan Al Shehhi (a la izquierda) y Adnan Bujari.

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