El Museo Judío de Berlín abre con un llamamiento a la tolerancia

Con un llamamiento a la tolerancia se inauguró el domingo por la noche el Museo Judío de Berlín, que ayer abrió por primera vez sus puertas a la prensa y a las docenas de donantes de todo el mundo que aportaron objetos y documentos familiares para su exposición permanente, Dos milenios de cultura judía-alemana. 'Quisiera que los visitantes se lleven de aquí fuerza y valor para defender la tolerancia, y, si es el caso, luchar por ella', subrayó ayer el director de la institución y ex secretario del Tesoro estadounidense, W. Michael Blumenthal.

Como prueba de la importancia concedi...

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Con un llamamiento a la tolerancia se inauguró el domingo por la noche el Museo Judío de Berlín, que ayer abrió por primera vez sus puertas a la prensa y a las docenas de donantes de todo el mundo que aportaron objetos y documentos familiares para su exposición permanente, Dos milenios de cultura judía-alemana. 'Quisiera que los visitantes se lleven de aquí fuerza y valor para defender la tolerancia, y, si es el caso, luchar por ella', subrayó ayer el director de la institución y ex secretario del Tesoro estadounidense, W. Michael Blumenthal.

Como prueba de la importancia concedida en Alemania a su propio y turbio pasado, la crema y nata de la política, sociedad y cultura del país se habían reunido la víspera para celebrar la inauguración del museo, ubicado en una vanguardista construcción del arquitecto estadounidense Daniel Libeskind. El presidente de la República, Johannes Rau, destacó que las 'raíces de Europa no sólo se hunden en el cristianismo, sino también en la cultura judía e islámica', y remarcó el hecho de que la muestra no se limita al Holocausto, sino que intenta reconstruir una relación cultural mucho más compleja que, al menos a partir del siglo XIX, se había plasmado en una cada vez mayor integración de los judíos alemanes en la sociedad. Ante este trasfondo, la 'ruptura de la civilización' que representó el Holocausto 'no estaba preprogramada ni en el carácter alemán ni en su historia'.

Una interpretación distinta fue presentada por Blumenthal, quien puso el dedo en la llaga de la aún hoy evidente reticencia de la sociedad alemana a integrar a culturas distintas: 'Desde sus inicios hasta la toma del poder por parte de Hitler, los judíos, al menos de hecho, nunca fueron reconocidos del todo como alemanes'.

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