Trimble insiste en que no habrá paz en el Ulster sin un desarme total del IRA
Londres y Dublín exponen hoy su nuevo plan
Trimble parece dejar claro que su partido va a rechazar la oferta gubernamental y que no retirará su dimisión si no hay una entrega o destrucción real de armas por parte del IRA. 'Lo que importa no es lo que dice un papel, sino lo que ocurre', declaró Trimble. 'La cuestión es qué va a pasar y, si no hay hechos satisfactorios sobre el terreno, entonces los unionistas del Ulster no se van a ofrecer para cubrir la plaza de ministro principal', amenazó.
En ese caso, la crisis desatada por su renuncia, el 1 de julio, seguiría abierta cuando quedan poco más de 10 días para que se cumpla el p...
Trimble parece dejar claro que su partido va a rechazar la oferta gubernamental y que no retirará su dimisión si no hay una entrega o destrucción real de armas por parte del IRA. 'Lo que importa no es lo que dice un papel, sino lo que ocurre', declaró Trimble. 'La cuestión es qué va a pasar y, si no hay hechos satisfactorios sobre el terreno, entonces los unionistas del Ulster no se van a ofrecer para cubrir la plaza de ministro principal', amenazó.
En ese caso, la crisis desatada por su renuncia, el 1 de julio, seguiría abierta cuando quedan poco más de 10 días para que se cumpla el plazo de seis semanas que la ley permite mantener a un jefe de Gobierno en funciones. Si el documento que difundirán hoy los Gobiernos irlandés y británico no satisface a los unionistas, Londres deberá convocar elecciones anticipadas o suspender las instituciones de autogobierno del Ulster.
El paquete de medidas, que los partidos implicados en el proceso de paz deberán aceptar o rechazar sin posibilidad de modificaciones, abarcará la reforma de la policía norirlandesa, el desarme y la retirada del Ejército británico. Las filtraciones publicadas parecen contentar más a los republicanos católicos que a los unionistas protestantes.
El malestar unionista se sigue haciendo patente en la calle. Seguidores de ambos bandos se enfrentaron ayer en la zona de Whitewell Road, en Belfast, junto a la línea que separa a los barrios católicos y protestantes.