El descenso del turismo se acentúa después de once meses de caída continua

La llegada de viajeros nacionales a Guipúzcoa cayó un 25%

El Gobierno vasco, que realiza valoraciones trimestrales sobre la evolución del turismo, no quiso ayer evaluar la mala marcha del sector. El turismo en Euskadi vivió durante la tregua de ETA su periodo de esplendor. La reanudación de la actividad terrorista y la crispación política vivida hasta las elecciones del 13 de mayo tuvieron una incidencia negativa en el sector, según llegó a reconocer el Gobierno.

La evolución del turismo nacional ha seguido un curso desigual por comunidades autónomas, ya que los procedentes de Andalucía, Asturias, Cataluña y Madrid, entre otras comunidades, ex...

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El Gobierno vasco, que realiza valoraciones trimestrales sobre la evolución del turismo, no quiso ayer evaluar la mala marcha del sector. El turismo en Euskadi vivió durante la tregua de ETA su periodo de esplendor. La reanudación de la actividad terrorista y la crispación política vivida hasta las elecciones del 13 de mayo tuvieron una incidencia negativa en el sector, según llegó a reconocer el Gobierno.

La evolución del turismo nacional ha seguido un curso desigual por comunidades autónomas, ya que los procedentes de Andalucía, Asturias, Cataluña y Madrid, entre otras comunidades, experimentan notables descensos, mientras que los provenientes de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia y el propio País Vasco mejoran los resultados obtenidos en mayo del año pasado.

Un 5% menos de extranjeros Por lo que se refiere a los extranjeros, se registró un 5% menos de entradas, con una disminución en Álava y Guipúzcoa del 9%, mientras que en Vizcaya aumentó un 1%. Se aprecia una mejora de los turistas de EE UU y Canadá, Iberoamérica y Alemania y un descenso de los provenientes de Francia, Holanda y Reino Unido, entre otros países.

Las pernoctaciones realizadas en mayo se cifran en 235.968, un 2% menos que un año antes. Su disminución ha sido sensiblemente inferior a la del número de viajeros gracias a la prolongación de la estancia media de los visitantes, que ha subido de 1,77 días en mayo de 2000 a 1,93 en mayo pasado. La prolongación de la estancia media ha sido insuficiente para compensar la caída del número de viajeros y, por tanto, su incidencia se hace notar en la reducción del grado de ocupación hotelera, tanto por plazas como por habitaciones, salvo en el caso de Álava donde mejoran notablemente ambas mediciones.

Finalmente, los establecimientos de turismo rural han recibido 4.413 visitantes, un 10% más que el año anterior, incremento que ha sido común a los tres territorios. Sin embargo en este segmento la estancia media se ha reducido de 2,29 días a 2,08 días, lo que provoca que el incremento del número de viajeros no haya podido mantener las tasas de ocupación media de hace un año.

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