¿Quién controla al inspector de Hacienda?

En EL PAÍS del domingo 20 de mayo se dedica una página completa a los casos judiciales que afectan a diversos inspectores de Hacienda. Tras repasar una serie de datos, todos ellos publicados anteriormente en las páginas del periódico, el redactor se pregunta insidiosamente ¿quién controla al inspector de Hacienda?

En mi condición de portavoz de la Asociación de Inspectores de Hacienda, lamento que su periódico lance sobre el colectivo que represento una sospecha general tan injusta como infundada. Sugiere que el problema con nuestra profesión es que nadie nos controla, cuando el articul...

En EL PAÍS del domingo 20 de mayo se dedica una página completa a los casos judiciales que afectan a diversos inspectores de Hacienda. Tras repasar una serie de datos, todos ellos publicados anteriormente en las páginas del periódico, el redactor se pregunta insidiosamente ¿quién controla al inspector de Hacienda?

En mi condición de portavoz de la Asociación de Inspectores de Hacienda, lamento que su periódico lance sobre el colectivo que represento una sospecha general tan injusta como infundada. Sugiere que el problema con nuestra profesión es que nadie nos controla, cuando el articulista, que tiene una meticulosa información sobre los asuntos que nos atañen, sabe positivamente que a los inspectores nos controla el Servicio de Auditoría Interna de la AEAT y el Poder Judicial cuando las conductas puedan ser constitutivas de delito. La mejor prueba de ello son los casos que el artículo enumera.

La Inspección de Hacienda es un servicio público de interés general, porque garantiza la solidaridad fiscal, que nos permite sostener un Estado social. A nadie duelen más que a los inspectores de Hacienda las conductas contrarias a nuestra fama y honor, y por ello nadie está más interesado que nosotros en que se esclarezcan. Somos conscientes, por otra parte, de que los ciudadanos tienen el derecho constitucional a la información y de que los hechos acaecidos interesan a la opinión pública. Ahora bien, otra cosa es lo que hace el artículo que critico, al volver a narrar hechos ya difundidos y, sobre todo, al revestirlo con la insinuación de que estamos al margen de todos los controles. Por eso, para que comprenda mejor nuestro malestar, permítame la siguiente pregunta: ¿quién controla al periodista?-