Totalitarismo educativo

Además del conflicto de las cajas de ahorro sevillanas, en el que cada día se oscurece más la salida, está de actualidad el mal paso en las relaciones entre la Iglesia y la Junta a propósito de la educación. Los obispos andaluces han lanzado una proclama contra el Gobierno de Chaves que nos recuerda épocas y situaciones ya desaparecidas. Hablan estos prelados de 'totalitarismo, atentado a las libertades, recorte del derecho a la libertad religiosa' y algunas expresiones más. ¡Qué fácil hablan estos respetables señores a la hora de reivindicar sus privilegios, digo bien, privilegios en la organ...

Además del conflicto de las cajas de ahorro sevillanas, en el que cada día se oscurece más la salida, está de actualidad el mal paso en las relaciones entre la Iglesia y la Junta a propósito de la educación. Los obispos andaluces han lanzado una proclama contra el Gobierno de Chaves que nos recuerda épocas y situaciones ya desaparecidas. Hablan estos prelados de 'totalitarismo, atentado a las libertades, recorte del derecho a la libertad religiosa' y algunas expresiones más. ¡Qué fácil hablan estos respetables señores a la hora de reivindicar sus privilegios, digo bien, privilegios en la organización de la enseñanza básica en España y en Andalucía!

¿Es totalitaria la LODE, ley aprobada en 1985 y que establece por sistema la financiación completa de la estructura educativa privada? ¿Es un atentado a la libertad de enseñanza cumplir por parte de las autoridades públicas el mandato de organizar de manera racional y programada los recursos educativos de que dispone una sociedad ante los cambios demográficos y sociales? Los señores obispos saben perfectamente que nunca como hasta ahora la enseñanza privada religiosa ha gozado de apoyo económico, soporte constitucional y ventajas sociales. Acusar de persecución, dictadura y totalitarismo a una Junta de Andalucía que transfiere cada año varios miles de millones al sector privado supone una imputación injusta y desproporcionada. Precisamente los que asistimos y participamos todos los días en la tarea de educar a los hijos de la mayoría de la población, aquella que tiene rentas medias o bajas, asistimos con preocupación a la carencia de medios y recursos que servirían para poder aumentar la calidad educativa en los centros del sistema público.

Es rotundamente falso que la enseñanza privada religiosa esté peor que antes. Hay que insistir en que las leyes de los gobiernos precisamente socialistas (LODE, LOGSE, etcétera) son las que han salvado de la ruina y la desaparición a decenas de colegios religiosos. Si los obispos saben que esto es así, tendremos que pensar que en el fondo lo que demandan es que se les aumente el concierto económico. Es decir, más dinero para la enseñanza privada.