La OMS propone que las tabacaleras paguen por las enfermedades que causan

La Organización Mundial de la Salud (OMS) inició ayer en Ginebra una serie de negociaciones para alcanzar el primer convenio internacional contra el tabaco. El borrador que debaten 191 países propone que la industria del tabaco 'se haga responsable por el daño que sus productos causan a la salud y al medio ambiente'. La reunión empezó con críticas de dos frentes: la industria la ve como una intromisión innecesaria, y las organizaciones no gubernamentales (ONG) creen que le falta ambición.

La OMS, que sostiene que cuatro millones de personas mueren cada año por las enfermedades derivadas...

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) inició ayer en Ginebra una serie de negociaciones para alcanzar el primer convenio internacional contra el tabaco. El borrador que debaten 191 países propone que la industria del tabaco 'se haga responsable por el daño que sus productos causan a la salud y al medio ambiente'. La reunión empezó con críticas de dos frentes: la industria la ve como una intromisión innecesaria, y las organizaciones no gubernamentales (ONG) creen que le falta ambición.

La OMS, que sostiene que cuatro millones de personas mueren cada año por las enfermedades derivadas del tabaco, detalla en su borrador: 'El objetivo final es proteger a las generaciones presentes y futuras de las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas que tiene el consumo de tabaco y la exposición a su humo'.

El propósito del organismo de Naciones Unidas es consensuar un texto que los países miembros puedan estudiar con vistas a su ratificación en 2003.

El borrador incluye limitaciones muy estrictas sobre la publicidad del tabaco y una eliminación gradual del patrocinio que las tabacaleras ejercen sobre muchos acontecimientos deportivos. Si el proyecto sale adelante, los gobiernos tendrán además que comprometerse a aplicar fuertes subidas de precios al tabaco, con el objetivo de disuadir a los jóvenes de empezar a fumar.

Discrepancias

La iniciativa se enfrenta a discrepancias y presiones. Muchas ONG solicitan a los gobiernos (los principales redactores del documento) medidas mucho más radicales para poder considerar un éxito la ofensiva antitabaco. Por otro lado, las multinacionales tabacaleras se quejan de que no ha habido 'suficiente concertación' para la redacción del documento de trabajo que se debate en Ginebra. También impugnan la intervención de los poderes políticos en las dinámicas propias de los mercados económicos. Sin embargo, la OMS es partidaria de plantear el debate desde el punto de vista sanitario y no desde el económico.

La Unión Europea considera que el convenio marco a que aspira la reunión de la OMS sería el primer instrumento jurídico internacional de la lucha antitabaco, y señala en sus documentos oficiales para esta negociación: 'El convenio marco no sólo debe definir objetivos y estrategias comunes (...), sino que debe indicar también la manera de aplicarlos en forma de normas nacionales mínimas'.

En mayo de 1991, los 191 estados miembros de la OMS se comprometieron a iniciar estas negociaciones. Medio centenar de ellos, incluidos los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, decidieron aportar recursos financieros y políticos para este objetivo.

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