Las cajas vascas y navarras crecieron un 5,8% en 2000, tras ganar 78.000 millones

Las cuatro cajas de ahorros vasco-navarras presentaron ayer su memoria del año pasado con un balance boyante. Tras el pago de más de 10.000 millones en impuestos y haber reservado 7.690 millones para un nuevo fondo de seguridad anticiclo (para prevenir los efectos de una posible recesión) denominado Fondo Cobertura Estadística de Insolvencias (FCEI), han puesto en común sus cuentas y resulta que entre todas consiguieron un beneficio neto de 78.157 millones de pesetas, con lo que ha crecido un 5,8% con respecto al año anterior.

La conclusión extraída por los directivos de la feder...

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Las cuatro cajas de ahorros vasco-navarras presentaron ayer su memoria del año pasado con un balance boyante. Tras el pago de más de 10.000 millones en impuestos y haber reservado 7.690 millones para un nuevo fondo de seguridad anticiclo (para prevenir los efectos de una posible recesión) denominado Fondo Cobertura Estadística de Insolvencias (FCEI), han puesto en común sus cuentas y resulta que entre todas consiguieron un beneficio neto de 78.157 millones de pesetas, con lo que ha crecido un 5,8% con respecto al año anterior.

La conclusión extraída por los directivos de la federación formada por estas entidades es que ellas cuatro tienen 'una estructura organizativa más eficiente que la media del sector, con menores gastos de explotación y un mejor margen de explotación y de beneficios'. En suma, la rentabilidad financiera de las cuatro cajas es del 12,5%, una cifra que se obtiene al poner en relación el beneficio neto y sus recursos propios.

Entre los grandes números publicados ayer por la federación, resalta el volumen gestionado por la BBK, Kutxa, Caja Vital y la recién fusionada Caja de Navarra en materia crediticia. Juntas, controlaron casi tres billones de pesetas en créditos, lo que significa un 19,2% más que el año anterior. El crecimiento es el resultado de una progresión apreciada en los últimos tres años, con un promedio del 18%, pero que en este último ejercicio ha crecido rompiendo los techos anteriores. En concreto, destacan los créditos hipotecarios, que aumentaron en un 21,6%. Podría pensarse que la subida de los tipos de interés y del IPC iba a perjudicar esta tendencia, pero lejos de eso se ha reforzado. Los expertos enclavan este aumento de los préstamos hipotecarios en 'el contexto de bonanza económica'. 'Aumenta el empleo, luego hay mejores expectativas y se produce una mayor compra de vivienda, incluso yendo al máximo de endeudamiento', explicó Pedro Martínez de Alegría, secretario general técnico de la federación de cajas.

Otro dato unido a esa bonanza económica es el índice de morosidad, reducido al 'mínimo histórico' del 0,5%, por debajo del índice general del sector, que ronda el 0,7%. En el año 2001, existen las mismas perspectivas que para el ejercicio ya terminado. 'Sólo con una sombra, la de la ralentización', añade Martínez de Alegría. El primer síntoma de esa disminución en el ritmo de la economía es, precisamente, el aumento en el índice de morosidad.

Asimismo, se ha constatado un traslado de los fondos de inversión (han retrocedido en un 23%) a depósitos a plazo fijo, que han subido un 35%, debido a la baja de los valores bursátiles y al mejor tratamiento fiscal que reciben las cuentas a plazo.

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Un 18% más de obra social

El alza en los beneficios, según subrayó ayer el presidente de la federación, Fernando Spagnolo, también estuvo ligado al aumento del dinero destinado a obra social por parte de las cajas. Se invirtieron 15.329 millones de pesetas a este capítulo, lo cual supone un crecimiento del 18,8% y el 20% de todos los beneficios netos. El área de Cultura recibe un 43% del dinero de la obra social, seguido por la Asistencia Social y Sanitaria, con un 37%.

Con el aumento de beneficios, también se han reforzado los recursos propios de las cuatro cajas. Ahora ascienden a 623.000 millones, de modo que su coeficiente de garantía se sitúa en el 15%, casi el doble de lo exigido por ley.

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