'La energía eólica nos libera de la dependencia energética extranjera'

Felip Puig, consejero de Medio Ambiente, nació en octubre de 1958. Está casado y tiene dos hijas. Desde hace 18 años vive en el Vallès Oriental. Es ingeniero de Caminos y se dedica a la política desde que empezó a militar en Convergència, en 1976. Estuvo ocho años en Bienestar Social; otros cuatro en el partido. Es miembro de la dirección de Convergència desde hace cinco años y asegura que vive su trabajo con pasión.

Pregunta. Dicen que a usted le gustan los líos. Uno, y bueno, es el Plan Hidrológico. Su Gobierno no puede asumirlo, pero tampoco oponerse.

Respuesta. ...

Felip Puig, consejero de Medio Ambiente, nació en octubre de 1958. Está casado y tiene dos hijas. Desde hace 18 años vive en el Vallès Oriental. Es ingeniero de Caminos y se dedica a la política desde que empezó a militar en Convergència, en 1976. Estuvo ocho años en Bienestar Social; otros cuatro en el partido. Es miembro de la dirección de Convergència desde hace cinco años y asegura que vive su trabajo con pasión.

Pregunta. Dicen que a usted le gustan los líos. Uno, y bueno, es el Plan Hidrológico. Su Gobierno no puede asumirlo, pero tampoco oponerse.

Respuesta. El Plan Hidrológico es una necesidad del Estado español desde hace muchos años. Valoramos la oportunidad de que se apruebe un marco de planificación hidrológica del Estado, y por eso queremos comprometernos. Ahora bien, el actual proyecto no es asumible por el Gobierno de Cataluña. No es razonable, ni desde un punto de vista ambiental ni desde un punto de vista hidráulico que toda la presión de las carencias de agua del Estado descanse sobre el Ebro.

'La torre de Collserola tiene un impacto visual muy superior al de los molinos de viento'

P. ¿Se opondrá, pues?

R. Defendemos una postura de negociación y de diálogo para lograr que se revise a la baja el trasvase. Nuestra alternativa sigue basándose en reducir el trasvase del Ebro de una manera importante, con trasvases complementarios. En primera instancia, el Ródano, pero el Libro Blanco recoge que en el Tajo y en el Duero existen excedentes que se podrían aportar. Hay concesiones en torno al Ebro que con una revisión y estudiando de qué manera se pueden reequilibrar los actuales usos permitirían aprovechar caudales para reducir hasta sólo 200 o 300 hectómetros cúbicos el trasvase necesario.

P. ¿Cómo se puede explicar que es poco recomendable un trasvase de 300 kilómetros, el del Ródano, y en cambio es viable uno de 600 hasta Almería?

R. Es injustificable. Se habla de un incremento de coste económico, y nosotros creemos que la integridad ambiental del delta del Ebro no tiene precio. Cualquier sobreesfuerzo de inversión creemos que debe ser asumido con toda tranquilidad, al fin y al cabo estamos hablando de una desviación del 2% o del 3% del volumen total de inversiones previstas por el Plan Hidrológico, porque estamos hablando de cuatro billones de pesetas.

P. La gente de la ribera del Ebro, también de otros lugares de Cataluña, están pendientes del Mapa Eólico.

R. El Mapa Eólico es una gran oportunidad para que Cataluña haga una apuesta decidida por una modernización de su mapa energético y también para que, modestamente, contribuya al compromiso internacional de la lucha contra el cambio climático. Pero, además, nos aporta dos factores positivos: uno es la disminución de la dependencia energética extranjera. El recurso eólico es nuestro; el otro es que nos permite medidas de desarrollo local sostenible y facilita la generación de recursos en pueblos y comarcas que aprecian estas iniciativas.

P. A juzgar por las protestas, no lo parece.

R. Estamos convencidos de que Cataluña debe apostar por la energía eólica y de que seremos capaces de hallar un punto de equilibrio, de compatibilidad, con el respeto ambiental. El criterio paisajístico es una variable más, no la única que debe tenerse en cuenta a la hora de calibrar bien el impacto que genera el parque eólico. En Barcelona está la torre de comunicaciones de Collserola, instalada en un espacio protegido, con un impacto visual y una altura muy superiores a cualquier conjunto de molinos de viento que se pueda instalar.

P. Su departamento tiene dos problemas: Torrebonica y Baqueira, que comparten características: necesitan gran cantidad de agua y son para un ocio poco popular.

R. Si el ocio popular hoy se identifica, por ejemplo, con el tenis, debemos recordar que hace 20 años también era un deporte de élite, como hay también otros deportes que han ido evolucionando. Yo estoy convencido de que el deporte del golf irá tendiendo a una socialización importante, y vale la pena recordar que el deporte del esquí ha pasado también a unos niveles cada vez más crecientes de socialización y popularidad. Pero a mí me corresponde velar por la integración ambiental de estas actividades, que tienen una vertiente muy positiva en la generación de actividades sociales que aportan factores de reequilibrio territorial (en el caso de Baqueira de una manera evidente). En el caso de Torrebonica, garantizará que entre Terrassa y Sabadell exista no sólo una instalación deportiva, sino un gran parque central libre de presiones urbanísticas.

P. Privado.

R. Sí, en algún caso privado, pero el 75% del resto es público, y, por tanto, de usos que el Ayuntamiento de Terrassa está acabando de ordenar.

P. Otro problema: los purines.

R. En 1998 decretamos las zonas vulnerables y, por tanto, las zonas susceptibles de contaminación. En los últimos meses hemos aprobado un plan con tres ejes de actuación. Primero, resolución de recursos hídricos alternativos, por tanto de fuentes de suministro que superen la contaminación por nitrato de los acuíferos que hoy abastecen las redes de diferentes pueblos. Esto requiere inversiones de unos 100.000 millones de pesetas que se están ejecutando, algunas ya están acabadas y otras, en proceso de ejecución. Una segunda línea es la construcción de 25 plantas de tratamiento de los excedentes de purines a través de la iniciativa privada. Y el tercer eje es la utilización de los purines en el campo como abono orgánico con la racionalidad.

P. Usted dibuja un mundo perfecto de decretos. A la vista de lo que está ocurriendo con las vacas locas, ¿comprende que la población sea escéptica?

R. A mí me gustaría que separáramos las vacas locas...

P. Bien. El asunto es que la gente ya no cree en lo que dice un papel, aunque sea oficial.

R. Estamos en unos momentos de elevada sensibilidad social, yo diría que producto de que, en general, el país va muy bien. Estoy convencido de que quedará claro que el Gobierno de Cataluña se está tomando muy en serio los nitratos.

P. Los problemas de su departamento son de fondo, pero también de resolución urgente. Se diría que en medio ambiente no hay medio y largo plazo. Todo es exigible a corto.

R. Yo diría que estamos descubriendo que el medio ambiente es esencial y que en torno a las decisiones que afectan a los recursos, la calidad de vida, la calidad del aire, del agua, a la energía, al transporte, se mueven aspectos que afectan de una manera muy clara nuestras perspectivas de futuro.

P. ¿No será que en el pasado hubo tolerancia, incluso social, no sólo gubernamental?

R. Es posible que esto haya ocurrido fuera de Cataluña. Cataluña tiene un modelo de política ambiental bastante satisfactorio y desde un punto de vista relativo mucho más avanzado que otros. El mundo empresarial se queja del agravio comparativo que existe respecto a la laxitud o la tolerancia de otras regiones españolas.