Reportaje:

La Europa de las dos velocidades educativas

La Unión Europea está involucrada en un proceso, el de la ampliación, que va a cambiar su fisonomía actual. Los 12 nuevos países que vendrán a sumarse a los 15 actuales aportarán más gente joven que la que tienen, en términos proporcionales, los envejecidos países de la UE. Un primer estudio pormenorizado con datos homologables de la situación docente en los países candidatos evidencia que los nuevos europeos comunitarios inician su escolarización más tarde y abandonan antes los estudios y que el inglés será el idioma extranjero más conocido, con gran diferencia, sobre el resto.A los 373 millo...

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Cuestiones culturales

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La Unión Europea está involucrada en un proceso, el de la ampliación, que va a cambiar su fisonomía actual. Los 12 nuevos países que vendrán a sumarse a los 15 actuales aportarán más gente joven que la que tienen, en términos proporcionales, los envejecidos países de la UE. Un primer estudio pormenorizado con datos homologables de la situación docente en los países candidatos evidencia que los nuevos europeos comunitarios inician su escolarización más tarde y abandonan antes los estudios y que el inglés será el idioma extranjero más conocido, con gran diferencia, sobre el resto.A los 373 millones de ciudadanos de la UE actual habrá que sumar en un futuro próximo 105 millones más procedentes de los 12 países candidatos a adherirse: Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, la República Checa y Rumania. Aproximadamente la tercera parte del total de todos ellos está en la escuela o en la universidad en programas de estudios que habrá que homologar con el tiempo.

La oficina comunitaria Eurostat ha publicado el primer informe con datos y cuestionarios homologables para conocer las similitudes y diferencias que hay en la educación de ambas zonas. Se llama La educación de los jóvenes europeos y algunas de las diferencias más acusadas que observa se sitúan en los primeros años de preescolar y primaria y en los últimos de secundaria.

La educación infantil está menos desarrollada en los países candidatos, lo que en ocasiones puede deberse más a cuestiones culturales que a razones socioeconómicas. De hecho, en la Unión Europea los países que más tarde han determinado la escolarización obligatoria de sus hijos en infantil son los nórdicos (Dinamarca, Finlandia y Suecia).El reciente informe de Eurostat constata, no obstante, que mientras en la UE hay seis países, entre ellos España, en los que prácticamente todos los niños de cuatro años están escolarizados, esto no ocurre en ningún país candidato, aunque Hungría registra ya un porcentaje del 88%.

Este estudio se ha elaborado con los 13 países del llamado Programa PHARE, en los que faltan dos países candidatos (Chipre y Malta) y hay, sin embargo, tres que no están en el proceso de adhesión (Albania, Bosnia-Herzegovina y Macedonia). El programa PHARE, iniciado por Hungría y Polonia en 1989, reúne a varios países con los que la UE colabora estrechamente con vistas a sumarse a las instituciones comunitarias. Desde entonces, además de recibir ayudas de Bruselas, mantiene una estrategia común y analiza permanentemente su situación.

Los europeos del Este, según el estudio de Eurostat, abandonan los estudios antes que los de la UE. Esto se empieza a notar entre los 14 y los 16 años, pero se detecta claramente la diferencia en la enseñanza superior. Mientras que el 23% de los europeos comunitarios de 18 a 24 años siguen estudiando (en España llega al 28%), en los países del PHARE sólo se acercan a la media europea los bálticos (Estonia, 23%; Lituania y Letonia, 22%), Eslovenia (25%) y Bulgaria (22%).

En este tramo de la enseñanza superior se observa una similitud entre los casi 30 países analizados: la feminización de las aulas universitarias. Esta predominancia de mujeres entre los países candidatos está especialmente marcada en Bulgaria, Letonia, Lituania y Eslovenia. Pero hay otro detalle significativo en los países del Este: no es tan acusada como en la UE la tendencia de las mujeres de evitar las carreras técnicas.

El inglés será sin duda la lengua que en el futuro servirá para que los casi 480 millones de europeos de la nueva UE puedan entenderse. Esta inclinación hacia el inglés en la actual zona comunitaria se asienta y acrecienta con la ampliación. De los 28 países estudiados, en 18 se estudia el inglés como primera lengua extranjera. Sólo Rumania, Irlanda, Luxemburgo y la región flamenca de Bélgica mantienen el francés como primera lengua extranjera en su programa de estudios.

Europa, por último, será más joven tras la ampliación porque en términos porcentuales los países del programa PHARE tienen más población juvenil. Mientras que en la UE (salvo en Irlanda) los jóvenes de 3 a 24 años no llegan a ser ni el 30% de la población, en los países PHARE todos, salvo tres (Bulgaria, Eslovenia y Hungría) superan esa barrera.

No hay, sin embargo, que echar las campanas al vuelo. Los últimos datos demográficos de la Europa del Este indican que las tasas de natalidad están ya tan bajas como las del Oeste.

Nuevas alianzas, nuevos cerebros

En la UE hay grandes diferencias y no siempre marcadas entre el norte y el sur. Alemania, por ejemplo, ha descubierto que sólo el 16% de su población tiene un título universitario frente al 35% británico o el 33% de los estadounidenses. De la misma manera, los países candidatos a adherirse a la Unión tampoco son siempre iguales.

En el reciente informe de Eurostat se perciben dos bloques diferenciados: los más avanzados están en torno a los países bálticos, la República Checa y Hungría. Los nuevos mediterráneos del sur, los que probablemente sustituyan en la cola de casi todas las estadísticas a España, Grecia y Portugal, serán Bulgaria, Chipre y Rumania, entre otros.

El consejero de Educación de la representación permanente española en Bruselas, Fernando Gómez Riesco, explica que "uno de los problemas más acuciantes será el de la homologación de los estudios". "Un problema que no será el mismo en todos los países", añade. La cumbre europea de jefes de Estado y de Gobierno en Lisboa, celebrada el pasado mes de marzo, abrió un periodo de reflexión sobre la modernización de los sistemas educativos europeos, programa en el que se incluye impulsar la sociedad de la información, e invitó a tener en cuenta ya la perspectiva de la próxima ampliación.

Instituciones de prestigio

Para muchos países, subirse al carro educativo europeo no va a ser el más difícil de sus desafíos, pero sí una tarea especialmente complicada en países como Chipre o Rumania, donde hay una peor situación de partida socioeconómica. "En todo caso, los países del Este no restan, suman", añade Gómez Riesco. A la Unión llegan nuevos problemas, sí, pero también nuevos cerebros e instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Cracovia.

En la Europa ampliada habrá también nuevas alianzas naturales. El idioma francés, ya está dicho, queda en franca minoría y, sin embargo, se acrecientan los dominios germanófonos. La enseñanza del alemán está muy extendida en la República Checa y en Polonia. Y en Eslovaquia y Hungría es incluso la primera lengua extranjera que se estudia en la escuela, lo que no ocurre en ningún otro país europeo.

Al lado de estos datos merece la pena destacar que el español está en irreparable declive en este continente mientras se extiende por América. No es primer idioma extranjero en ningún país y sólo se sitúa como segundo en la vecina Francia.

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