COYUNTURA AGRARIA

Los precios de las oleaginosas suben con fuerza por la prohibición de harinas cárnicas

Los precios de las materias primas oleaginosas y proteaginosas han tenido en las últimas fechas un fuerte crecimiento a consecuencia de la decisión comunitaria de eliminar desde el 1 de enero de 2001 y durante un periodo de seis meses, la utilización de las harinas de carne para alimentar al ganado. Esta subida afecta especialmente a las materias primas de importación, pero también se ha reflejado en el aumento de los precios de algunas producciones nacionales. Los fabricantes de piensos temen que la escalada de precios continúe en los próximos meses.

Según Pelayo Moreno, responsable de...

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Los precios de las materias primas oleaginosas y proteaginosas han tenido en las últimas fechas un fuerte crecimiento a consecuencia de la decisión comunitaria de eliminar desde el 1 de enero de 2001 y durante un periodo de seis meses, la utilización de las harinas de carne para alimentar al ganado. Esta subida afecta especialmente a las materias primas de importación, pero también se ha reflejado en el aumento de los precios de algunas producciones nacionales. Los fabricantes de piensos temen que la escalada de precios continúe en los próximos meses.

Producción récord

Según Pelayo Moreno, responsable de la Asociación Comerciantes y Almacenistas de Cereales, la subida de precios registrada hasta el momento podría haber sido incluso superior si no se hubiera producido una cierta recuperación del euro frente al dólar. Aunque las organizaciones agrarias contemplan la posibilidad y necesidad de potenciar el desarrollo de legumbres para atender a las necesidades de los fabricantes de piensos, consideran que la alternativa real para las harinas cárnicas no son las leguminosas en general sino la soja, simplemente atendiendo a su riqueza en proteínas.Los precios de la soja han pasado en las últimas fechas de 42 pesetas el kilo a más de 45 a pesar del retroceso del dólar. Según los comerciantes de cereales, se ha producido en estas fechas una sobredemanda de soja con un claro beneficio para los países exportadores y muy especialmente para EE UU, los principales beneficiarios de la crisis de las vacas locas. España importa anualmente más de cuatro millones de toneladas de soja y productos derivados. La soja tiene una riqueza proteica del 44%. Por esta razón, explican los fabricantes, se debería acudir a esta materia prima para sustituir a las harinas de procedencia animal que se incorporaban a los piensos.

En segundo lugar, se ha producido también un aumento de la demanda de una serie de proteaginosas como guisantes, altramuces y habas. En este caso, los precios habrían pasado de una media de 26 pesetas por kilo a unas 30 pesetas.La riqueza proteica de estas producciones es de un 23%.

Esta evolución de los precios de las materias primas en los mercados mundiales, se ha reflejado también en los precios de los productos en el mercado interior. En los últimos meses, a pesar de no haber habido una producción elevada de girasol, los precios de la pipa se situaron por debajo de las 30 pesetas. Aunque la campaña fue baja, con menos de un millón de toneladas de pipa, los precios se hundieron a causa de una alta oferta en los mercados mundiales. En este momento ya no es posible conseguir un kilo de pipa a menos de 37 pesetas. Esta subida no se va a traducir en un beneficio para los agricultores puesto que la mayoría ya vendió y entregó sus cosechas de pipa. Los beneficiarios serán los intermediarios y la industria de transformación que podrá obtener unos precios superiores para las harinas.

Según datos del Ministerio de Agricultura, que dirige Miguel Arias Cañete, España logró este año una cosecha récord en cereales con unos 24 millones de toneladas, lo que supuso una caída de los precios desde el pasado mes de julio.La cebada llegó a costar 17 pesetas por kilo y el trigo estuvo por debajo de las 20 pesetas. La crisis de las "vacas locas" y la mayor demanda de proteína vegetal no ha supuesto una subida espectacular de los precios para los cereales, aunque sí ha existido un cierto efecto indirecto. Un ejemplo, es que la cebada, en zonas de gran producción como la del Duero, se mantiene a unas 19 pesetas. Por contra, en el trigo, las subidas han sido superiores. Superaron las 24 pesetas por kilo en el caso de los duros y entre 22 y 24 pesetas en los trigos para pienso.

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