Ex empleados ratifican los cargos contra el ganadero acusado de engorde ilegal de reses

Cuatro antiguos empleados del ganadero Jesús Escudero, acusado de utilizar clembuterol y otras sustancias prohibidas para el engorde ilegal de sus reses en una explotación de Utrera, testificaron ayer en el juicio que se sigue en Sevilla contra su ex jefe.El testimonio de estos testigos desmontó los argumentos esgrimidos el miércoles por la defensa de Escudero. El propio acusado dijo entonces que él no sabía casi nada de ganadería, que se dejaba orientar por uno de sus encargados y que debían ser sus empleados los que utilizaban para alimentar a los terneros o, incluso, para traficar con ellas...

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Cuatro antiguos empleados del ganadero Jesús Escudero, acusado de utilizar clembuterol y otras sustancias prohibidas para el engorde ilegal de sus reses en una explotación de Utrera, testificaron ayer en el juicio que se sigue en Sevilla contra su ex jefe.El testimonio de estos testigos desmontó los argumentos esgrimidos el miércoles por la defensa de Escudero. El propio acusado dijo entonces que él no sabía casi nada de ganadería, que se dejaba orientar por uno de sus encargados y que debían ser sus empleados los que utilizaban para alimentar a los terneros o, incluso, para traficar con ellas, las hormonas y otros productos prohibidos incautados por la Guardia Civil y la Policía en la finca.

Los cuatro ex trabajadores manifestaron, como habían hecho antes los acusados Manuel Álvarez y María Dolores Sánchez (también antiguos asalariados de Escudero), que quien decidía todo en la finca ganadera de Utrera era el principal acusado, tanto antes como después del cambio de nombre de la empresa, que en 1994 pasó formalmente a ser propiedad de sus hijos y de Sánchez.

En sus alegatos finales, tanto el fiscal como el abogado de la acusación particular consideraron demostrado que Escudero ordenó y dirigió el uso continuado de sustancias ilegales (clembuterol principalmente) para el engorde de ganado en su explotación sevillana y que montó una estructura legal para crear la apariencia de que no era responsable de nada en el negocio, cuando era quien lo dirigía.

El abogado defensor de Escudero, su hijo Jorge, que está imputado en un sumario abierto por otro registro de 1998 en que la Guardia Civil encontró más sustancias ilegales en la misma finca, sostuvo la inocencia de su padre y negó que los terneros fuesen dopados en Utrera. Su principal argumento es que ningún ternero de su propiedad dio positivo en ningún análisis.

La acusación particular redujo su petición de pena para Escudero a siete años de cárcel y retiró los cargos contra Álvarez, Sánchez y Esther Villa. La Fiscalía mantuvo la petición de cuatro años para el ganadero, retiró las acusaciones contra Sánchez y Villa y la mantuvo contra Álvarez.

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