Engaño en Bormujos

Como vecinos de este pueblo, "agradable y acogedor rincón del Aljarafe sevillano", queremos, con estas escasas letras, contar a todos nuestra experiencia de lo que ha sido instalarnos en Bormujos.Alrededor del otoño de 1997 comenzamos la aventura cuando vimos los maravillosos campos de trigo en los que iban a construir unas casas adosadas (justo enfrente del nuevo hospital del Aljarafe y de la nueva universidad), a las que con bastante esfuerzo económico pudimos acceder.

Comenzamos a pagar y a pagar, siempre había números que salían, digamos, de debajo de las piedras pero como la ilusió...

Como vecinos de este pueblo, "agradable y acogedor rincón del Aljarafe sevillano", queremos, con estas escasas letras, contar a todos nuestra experiencia de lo que ha sido instalarnos en Bormujos.Alrededor del otoño de 1997 comenzamos la aventura cuando vimos los maravillosos campos de trigo en los que iban a construir unas casas adosadas (justo enfrente del nuevo hospital del Aljarafe y de la nueva universidad), a las que con bastante esfuerzo económico pudimos acceder.

Comenzamos a pagar y a pagar, siempre había números que salían, digamos, de debajo de las piedras pero como la ilusión era la que nos llevaba, nuestra respuesta fue siempre positiva. Después de reuniones y más reuniones por fin nos entregan las casas en abril de 2000 y gracias al Ayuntamiento de este municipio, y en concreto a su alcalde Baldomero Gaviño, que nos apoyó en todos los problemas en que nos vimos involucrados por la Gestora Inmobiliaria Almagra y, como cabeza de ésta, Aquilino Fraile, que por numerar algunas cosas: la piscina de la urbanización se había construido sin contar con las normas vigentes de seguridad..., los patios traseros no podíamos acceder a ellos por el peligro de caer a una zanja de dos o tres metros.

Cuando por fin entramos, y gracias como he dicho antes al Ayuntamiento de este pueblo, la empresa del agua (Aljarafesa) no podía firmar su autorización puesto que los contadores estaban mal situados, por no entrar en detalles sólo especificar que el contador de cada vecino estaba en la casa de al lado y no en la suya, cosa normal por otra parte, ¿no creen?... Y para qué extendernos más: muros que se nos caen y están apuntalados, aceras sin enlozar, lo que supone un difícil acceso para ciertos vecinos... En fin, sólo decir que lo que intentamos con estas líneas es que haya quedado suficientemente claro que la Gestora Inmobiliaria y sus componentes son unos impresentables, sinvergüenzas y malas personas que han querido ensuciar y amargar nuestra ilusión, nuestra felicidad por vivir en Bormujos.- Javier Romero Gómez. Bormujos (Sevilla).