Cartas al director

Ciudad ruidosa

Hay que dar las gracias a nuestros eximios representantes municipales, empezando por nuestro inmarcesible alcalde, Álvarez del Manzano, por su esfuerzo en dotar a las brigadas de limpieza de la ciudad con los "trastos" más ruidosos que haya podido imaginar ningún desquiciado.Empezando por ese divertido artilugio, "el soplador de hojas caídas de los árboles".

Sustituye a la silenciosa y humilde escoba en la labor de recogida otoñal de las hojas del árbol caídas, juguetes del viento son..., y que está dotado de un motor de combustión de gasolina ruidoso a más no poder, maloliente y produc...

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Hay que dar las gracias a nuestros eximios representantes municipales, empezando por nuestro inmarcesible alcalde, Álvarez del Manzano, por su esfuerzo en dotar a las brigadas de limpieza de la ciudad con los "trastos" más ruidosos que haya podido imaginar ningún desquiciado.Empezando por ese divertido artilugio, "el soplador de hojas caídas de los árboles".

Sustituye a la silenciosa y humilde escoba en la labor de recogida otoñal de las hojas del árbol caídas, juguetes del viento son..., y que está dotado de un motor de combustión de gasolina ruidoso a más no poder, maloliente y productor de humos contaminantes, tal que si fuera un coche sería inmovilizado inmediatamente por no cumplir las normativas sobre emisión de humos y ruidos; siguiendo por esa especie de aspiradora de aceras que es empujada intentando recoger lo que antes hacían mejor una pareja de barrenderos y su carro de recogida, y terminando por todas las nuevas tecnologías de limpieza que, seguro, han sustituido a eficaces trabajadores por molestas máquinas, probablemente en aras de la productividad y demás zarandajas.

El caso es que estos eficaces responsables municipales han conseguido que la ciudad siga igual o más sucia que antes, pero, eso sí, infinitamente más ruidosa.- Juan Carlos Fuertes Santos.

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