Sol, turistas y soldados en el Sinaí

El complejo turístico de Sharm el Sheij, un lugar curioso para celebrar una cumbre internacional

El complejo turístico de Sharm el Sheij, en el extremo suroeste de la península del Sinaí, resulta un lugar cuando menos curioso para celebrar una cumbre internacional. A 600 kilómetros de El Cairo (una hora de vuelo y ocho por carretera), este popular enclave para la práctica del submarinismo ofrece una ventaja: su aislamiento facilita las medidas de seguridad y evita las protestas.No es la primera vez que el presidente Mubarak cita aquí a sus interlocutores israelíes o palestinos. Aunque, tras los acuerdos de Oslo, las negociaciones entre Israel y la OLP se trasladaron al Este, a la ciudad e...

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El complejo turístico de Sharm el Sheij, en el extremo suroeste de la península del Sinaí, resulta un lugar cuando menos curioso para celebrar una cumbre internacional. A 600 kilómetros de El Cairo (una hora de vuelo y ocho por carretera), este popular enclave para la práctica del submarinismo ofrece una ventaja: su aislamiento facilita las medidas de seguridad y evita las protestas.No es la primera vez que el presidente Mubarak cita aquí a sus interlocutores israelíes o palestinos. Aunque, tras los acuerdos de Oslo, las negociaciones entre Israel y la OLP se trasladaron al Este, a la ciudad egipcia de Taba, Sharm el Sheij fue el lugar donde se firmó, el 4 de septiembre de 1999, la corrección al plan de Wye Plantation, de cuyo incumplimiento se queja Arafat.

Se acordó entonces la retirada israelí de un 12% de Cisjordania en tres fases y la excarcelación de 350 presos palestinos de los cerca de 2.000 que entonces había en las cárceles de Israel. Si bien con retraso, los dos primeros repliegues se llevaron a cabo, pero la salida del Ejército israelí de las localidades de Abu Dis, Azariye y Suahara, a las afueras de Jerusalén, no se ha completado.

La presencia de fuerzas policiales y militares se notaba ya ayer en el aeropuerto de Sharm el Sheij, donde las tanquetas y los soldados compartían el espacio con los autobuses de turistas y los veraneantes en pantalón corto y camiseta. Se han extremado las precauciones en los accesos al centro de convenciones del complejo Jolie Ville, donde está previsto que se celebre la reunión. En los hoteles cercanos vuelven a controlarse los bolsos a la entrada, una práctica que desde hace meses se había relajado.

También se ha incrementado la presencia de agentes de la policía secreta. Para esta madrugada se espera un avión con los equipos de seguridad del presidente Clinton, quien tiene anunciada su llegada a primera hora de la mañana. Para los europeos que aprovechan los últimos rayos de sol antes del invierno será otro día más.

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