La Generalitat ayuda al sector pesquero con 160 millones

La Generalitat de Cataluña llegó a un acuerdo ayer con la Federación de Cofradías de Pescadores de Tarragona, Girona y Barcelona, por el que les facilitará ayudas por valor de 160 millones durante los próximos seis meses. Aunque el acuerdo se relaciona con "la difícil situación económica" por la que atraviesa el sector, supone la primera intervención efectiva del Gobierno de Jordi Pujol en el conflicto por el precio de los carburantes, aunque recuerda que no tiene competencias sobre esta materia.El acuerdo, precedido de unas largas negociaciones, no es el que pretendían inicialmente los pescad...

La Generalitat de Cataluña llegó a un acuerdo ayer con la Federación de Cofradías de Pescadores de Tarragona, Girona y Barcelona, por el que les facilitará ayudas por valor de 160 millones durante los próximos seis meses. Aunque el acuerdo se relaciona con "la difícil situación económica" por la que atraviesa el sector, supone la primera intervención efectiva del Gobierno de Jordi Pujol en el conflicto por el precio de los carburantes, aunque recuerda que no tiene competencias sobre esta materia.El acuerdo, precedido de unas largas negociaciones, no es el que pretendían inicialmente los pescadores -una subvención directa al precio del gasóleo- pero supone un cambio muy relevante de la actitud mantenida hasta ahora, según la cual la Generalitat sólo se ofrecía a interceder ante el Gobierno central en la resolución del conflicto. En la práctica, el acuerdo equivale a una rebaja de unas cinco pesetas por litro de combustible.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Josep Grau, firmante del acuerdo con los pescadores, ha reiterado a lo largo del conflicto su "comprensión" hacia las reivindicaciones de agricultores y pescadores. Esto y las conversaciones entre Jordi Pujol y el presidente de Asaja, Pedro Barato, han provocado tensiones entre el Gobierno central y el Ejecutivo catalán.

Ante la evidencia de que es en Cataluña donde el conflicto se expresa con mayor virulencia, han comenzado a producirse críticas a la actitud condescendiente del Ejecutivo que preside Jordi Pujol. El Gobierno central recela de la actitud de la Generalitat, en la que cree apreciar que ha alentado las movilizaciones, sobre todo en los primeros momentos de la crisis. En una segunda fase, la Generalitat condenó el bloqueo de los centros de distribución y la policía autonómica realizó cargas de sus antidisturbios para evitarlas.