SALUDNEUROLOGÍA

La terapia fría reduce el daño y la mortalidad por infarto cerebral

Disminuir la temperatura corporal aproximadamente un grado en las horas posteriores a un infarto cerebral puede reducir los daños sufridos por el cerebro y el riesgo de muerte, según un estudio publicado en la revista Stroke de septiembre. La investigación consistió en introducir aire frío en una manta térmica para inducir una ligera hipotermia en 17 pacientes conscientes poco después de que sufriesen un derrame cerebral. La tasa de supervivencia de aquellos que recibieron la terapia de frío fue de seis meses, casi el doble que la del grupo de control de 56 pacientes que no fueron trata...

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Menor destrucción

Disminuir la temperatura corporal aproximadamente un grado en las horas posteriores a un infarto cerebral puede reducir los daños sufridos por el cerebro y el riesgo de muerte, según un estudio publicado en la revista Stroke de septiembre. La investigación consistió en introducir aire frío en una manta térmica para inducir una ligera hipotermia en 17 pacientes conscientes poco después de que sufriesen un derrame cerebral. La tasa de supervivencia de aquellos que recibieron la terapia de frío fue de seis meses, casi el doble que la del grupo de control de 56 pacientes que no fueron tratados con hipotermia."Al demostrar que la hipotermia se puede utilizar con éxito sin anestesia, hemos sugerido un método de tratamiento que parece ser de bajo coste y aplicable en la mayoría de los hospitales en los que se trata a pacientes con infarto cerebral", afirma Lars Kammersgaard, principal autor del estudio. "Si futuros experimentos confirman nuestros resultados, la mayoría de los pacientes con infarto cerebral podrán beneficiarse de este tratamiento".

Antes de este estudio, dice Kammersgaard, el tratamiento con hipotermia sólo se había examinado de forma limitada, y siempre sometiendo a los pacientes a anestesia total. Sin embargo, los investigadores de este grupo pudieron trabajar con pacientes conscientes aplicándoles inyecciones de un fármaco para controlar el temblor asociado al tratamiento de frío. Como media, la temperatura corporal se redujo 1,3 grados centígrados, de 36,8 a 35,5, y se mantuvo cierta reducción hasta un máximo de cuatro horas después de interrumpir el tratamiento.

"Al reducir la temperatura del cuerpo en el paciente con infarto cerebral, la sangre que recibe el cerebro está más fría", explica Kammersgaard. "Los estudios sobre la hipotermia en animales indican firmemente que el descenso de la temperatura cerebral causa una menor destrucción del tejido del cerebro".Kammersgaard afirma que también hay pruebas que apoyan la idea de que la mortalidad tiende a ser más baja en aquellas personas que tienen una baja temperatura corporal en el momento de su admisión hospitalaria, y que su evolución general tiende a ser mejor.

Su grupo ha documentado en estudios sobre animales que un descenso de un grado tras el infarto cerebral está relacionado con un menor daño en regiones cerebrales y con un 80% de reducción en el riesgo de muerte.

Debido al número reducido de pacientes estudiados, no se pueden derivar conclusiones firmes de este estudio. Pero se está organizando un estudio clínico aleatorio mucho mayor, que incluirá a 1.000 pacientes de Dinamarca, Noruega y Suecia.

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