El amianto causa casi 500 muertes al año en España, según datos de Sanidad

El Gobierno aún no ha aplicado la legislación de la UE que prohíbe el producto en 2005

La exposición al amianto o asbesto, que tiene unas 3.000 aplicaciones industriales, causa casi 500 muertos al año en España por cáncer de pulmón, de pleura o por asbestosis, y en los próximos 30 años provocará 500.000 fallecimientos en la UE, según datos del Ministerio de Sanidady de estudios científicos europeos. El Gobierno español, en 1998, reconoció 37 muertes de 1980 a 1997. CC OO denuncia que en España ha brá entre 40.000 y 56.000 fallecimientos hasta 2025. España tiene que aplicar antes de enero de 2005 la legislación comunitaria que prohíbe todo tipo de amianto.

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La exposición al amianto o asbesto, que tiene unas 3.000 aplicaciones industriales, causa casi 500 muertos al año en España por cáncer de pulmón, de pleura o por asbestosis, y en los próximos 30 años provocará 500.000 fallecimientos en la UE, según datos del Ministerio de Sanidady de estudios científicos europeos. El Gobierno español, en 1998, reconoció 37 muertes de 1980 a 1997. CC OO denuncia que en España ha brá entre 40.000 y 56.000 fallecimientos hasta 2025. España tiene que aplicar antes de enero de 2005 la legislación comunitaria que prohíbe todo tipo de amianto.

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"El Ministerio de Sanidad, por medio del Instituto Nacional de Epidemiología, da unas cifras, el Gobierno otras, y para nosotros las víctimas españolas no bajan de 1.000 al año, porque Francia, Reino Unido y Alemania reconocen entre 2.000 y 4.000", dice Angel C. Cárcoba, coordinador del recientemente publicado estudio de CC OO El amianto en España (Ediciones GPS). UGT denunció en 1998 que en España hay casi 60.000 trabajadores directamente expuestos al amianto. España ha sido siempre más importadora que productora: el consumo de amianto ha bajado de 100.000 toneladas en 1985 a 30.000 hoy. Rusia y Canadá son los principales productores.En los años sesenta, el amianto parecía un material de construcción milagroso, pero en los ochenta fue evidente la conexión de este silicato con el cáncer de pleura, de pulmón y de laringe y con la asbestosis (que produce fibrosis quística). Esas enfermedades no sólo se contraen por exposición laboral al amianto, sino -según un estudio dirigido en 1998 por Carlos González, del Instituto de Investigación Epidemiológica y Clínica de Mataró (Barcelona)- por exposición ambiental o doméstica. El riesgo alcanza un 2.117% más para los trabajadores que manipulan amianto en plantas de producción que para las personas no expuestas; un 749% más en fontaneros, un 287% en electricistas y un 245% en soldadores, pero también sus familias pueden inhalar fibras de las ropas.

Por ser incombustible, aislar el calor y el sonido y resistir las torsiones y la corrosión, el amianto se ha usado en conducciones de agua, carreteras, túneles, estadios, aislamientos, ventilación, calderas, tuberías, alfombrillas, baldosas, falsos techos, mejora de la acústica, muros divisorios, hangares, piscinas, trajes de bombero y de soldadores, fundas de tablas de planchar, embarcaciones, trenes, aviones, motos y automóviles. El problema mundial es eliminar el amianto existente: extinción difícil y también arriesgada para quienes la realizan.

Hay dos tipos principales de amianto: el crisótilo (que ha constituido el 95% de la producción mundial y que se usa para tejidos y cintas de amianto) y los anfíboles (que valen sobre todo para aislamiento térmico). La UE prohibió el amianto más tóxico en 1983. En 1999, la CE aprobó una directiva de prohibición total del amianto. Se concedió a España, Grecia y Portugal el plazo hasta 2005 para prohibir el crisótilo. "Falta aún trasponer la medida a la legislación española", dice Enrique González, jefe de Higiene y Medicina del Centro Nacional de Nuevas Tecnologías, dependiente del Instituto Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo (INHST). Según dictamen del Consejo Económico y Social (CES) de la UE de 1999, los tres países mencionados recibirán fondos estructurales comunitarios y disfrutarán de un "periodo de transición" de cinco años para reconvertir la industria con amianto y mantener el empleo. "El argumento de España es que hace falta tiempo para sustituir el amianto por otras fibras", dice González. "Y aún no sabemos si las fibras que se emplean ya como sustitutivas son del todo inocuas, aunque no hay datos preocupantes por ahora".

En cuanto al crisótilo, González no tiene dudas: "También es carcinógeno, lo sea en uno u otro grado". En 1998, Benedetto Tarrachini, coautor de un estudio de la UE sobre la peligrosidad del crisótilo y de las fibras supuestamente alternativas, dijo: "Hay suficiente evidencia de que todas las formas de amianto, incluso el crisótilo, son cancerígenas en humanos. No la hay de que las sustitutas lo sean". Estas fibras no se han analizado en humanos, sino en animales, por lo que el comité científico de la UE insta a aplicar siempre las mismas normas que al crisótilo. La revista científica The Lancet escribía ese mismo año: "El crisótilo, como el resto de los amiantos, es un potente carcinógeno". El estudio de CC OO suma "más de 500 empresas" españolas que han trabajado con amianto en los últimos 15 años. Existe desde 1986 un Registro de Empresas con Riesgo de Amianto, dependiente del INSHT, pero, según un informe de la Comisión Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, tiene "un grado de incumpliento de la normativa del 75% al 80%".

"El protocolo de Vigilancia Sanitaria Específica del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del pasado octubre señala que hay en España 115 centros de trabajo registrados con exposición al amianto", afirman fuentes del Ministerio de Sanidad. "En porcentaje de trabajadores potencialmente expuestos, se alcanza un 100% en mantenimiento ferroviario, y un 65% en el textil". Según el informe de CC OO, hasta 1990 "prácticamente todas las marcas de coches" operaban con amianto.

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