Reportaje:

Garantía para estudiar en el modelo educativo que se desee

El Departamento de Educación cree que el curso 2000-20001 va a ser un año escolar sin problemas. El viceconsejero de Educación Alfonso Unceta rechaza que los padres no puedan escolarizar a sus hijos en el modelo educativo que elijan, dejando así de lado uno de los confictos a los que tuvo que enfrentarse la Consejería el último curso: las quejas de algunos padres que protestaban por no poder matricular a sus hijos en el modelo A [íntegramente en castellano, salvo la asignatua de euskera]."Todos los padres tienen la garantía de que sus hijos pueden estudiar en el modelo que quieran. La oferta d...

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Niños gitanos

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El Departamento de Educación cree que el curso 2000-20001 va a ser un año escolar sin problemas. El viceconsejero de Educación Alfonso Unceta rechaza que los padres no puedan escolarizar a sus hijos en el modelo educativo que elijan, dejando así de lado uno de los confictos a los que tuvo que enfrentarse la Consejería el último curso: las quejas de algunos padres que protestaban por no poder matricular a sus hijos en el modelo A [íntegramente en castellano, salvo la asignatua de euskera]."Todos los padres tienen la garantía de que sus hijos pueden estudiar en el modelo que quieran. La oferta de los tres modelos cubre todo el territorio. Otra cosa es que el debate siempre sea el mismo: no hay matrículas porque no hay demanda. Desde hace muchos años las opciones de las familias por los modelos bilingües son puramente pragmáticos: por el mismo precio los hijos pueden aprender euskera. El cambio más espectacular se ha dado en las zonas castellanohablantes. El Departamento responde a las demandas, pero crea tensión si, por ejemplo, dice a unos padres que, en lugar de en Sopelana le tienen que matricular a su hijo en Getxo para que el niño no esté solo en el aula", se explaya Unceta.

Durante los últimos cinco cursos se ha estado implantado la reforma educativa en el sistema escolar. O lo que es lo mismo, sustituir unas enseñanzas por otras, cambiar los nombres de los ciclos y establecer la obligatoriedad de que los menores asistan a clase hasta los 16 años. La reforma terminó de establecerse el pasado año escolar. "Quedaban algunos flecos y ya se cerraron, aunque el debate puede continuar. Ahora estudia más gente, el sistema es más democrático, pero la universalización tiene sus efectos", señala Unceta, días antes del inicio oficial del actual curso educativo no universitario.Las sorpresas surgen de improviso y a veces son desagradables. Como el conficto que estalló el pasado curso en un colegio religioso concertado de Barakaldo, cuando la comunidad de padres se opuso a la escolarización de tres hermanos gitanos en el centro y el Departamento de Educación tuvo que echar mano de una diplomacia vaticana para satisfacer a todos los sectores implicados. Los tres niños proseguirán sus estudios este curso en el colegio San Juan Bosco de Barakaldo y el hermano mayor [los padres del centro rechazaban su presencia en el colegio] ya está matriculado en un instituto. "Todo está arreglado y no hay ningún problema", zanja Unceta.

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