SANIDAD

La atención sanitaria a extranjeros en Ceuta y Melilla le cuesta 400 millones al Insalud

Los delegados del Gobierno de las ciudades reconocen la saturación de los hospitales

La muerte, el 26 de agosto, de una pequeña marroquí de tres meses, tras una larga espera en urgencias del Hospital Comarcal de Melilla, ha vuelto la atención hacia las condiciones de la asistencia sanitaria en ambas ciudades autónomas. Ceuta y Melilla son frontera europea, reciben gran parte del tránsito de inmigrantes que tratan de llegar a España y acogen diariamente a más de 50.000 marroquíes que trabajan en estas ciudades. La atención a ciudadanos extranjeros en las dos provincias le supone al Insalud un gasto anual en torno a 400 millones de pesetas y genera problemas de saturación.
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La muerte, el 26 de agosto, de una pequeña marroquí de tres meses, tras una larga espera en urgencias del Hospital Comarcal de Melilla, ha vuelto la atención hacia las condiciones de la asistencia sanitaria en ambas ciudades autónomas. Ceuta y Melilla son frontera europea, reciben gran parte del tránsito de inmigrantes que tratan de llegar a España y acogen diariamente a más de 50.000 marroquíes que trabajan en estas ciudades. La atención a ciudadanos extranjeros en las dos provincias le supone al Insalud un gasto anual en torno a 400 millones de pesetas y genera problemas de saturación.

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Primeras en natalidad

Lo que nadie duda en ninguna de las dos ciudades es que la asistencia sanitaria no se puede negar a nadie, independientemente de que tenga o no papeles o de que pueda o no satisfacer el pago de los servicios. "La asistencia sanitaria en España es universal por ley, y en todo caso, por motivos humanitarios, no se podría negar a nadie. Otra cosa es que eso haga que las cifras de asistencia sean muy superiores a lo que correspondería a ciudades de 63.000 y 73.000 habitantes", explica Luis Vicente Moro, delegado del Gobierno en Ceuta.Las cifras, efectivamente, son muy superiores a las de cualquier otra ciudad española. En 1999, en Ceuta, cuya población de derecho es de 72.117 habitantes, se atendieron 43.633 urgencias hospitalarias; en Melilla, con 60.108 habitantes, 35.000. Si comparamos estas cifras con las 31.531 urgencias que recibió, por ejemplo, el hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, diseñado para una población que no supera la de las dos ciudades fronterizas, se evidencia la sobrecarga que soportan Ceuta y Melilla.

Melilla, saturada

Estas ciudades tienen además la característica de ser las dos primeras de España en cuanto a natalidad. El índice más alto es el de Melilla, con el 0,16% frente al 0,09% de la media nacional. En Ceuta se supera el 0,13%. Esto se debe al alto porcentaje de población española de origen musulmán; a estos nacimientos hay que sumar un elevado número de alumbramientos de mujeres marroquíes que cruzan la frontera en busca de una atención médica de calidad.El pasado viernes, de los seis partos que se habían atendido durante el turno de mañana en el hospital del Insalud en Ceuta, tres correspondían a mujeres marroquíes indocumentadas. "Cuando llegan sin documentación de ningún tipo es porque no pueden pagar la prestación hospitalaria", señala el gerente de dicho hospital, Antonio Ferreras, que indica que también existe un mínimo porcentaje de transeúntes dispuestos a pagar los servicios. En Melilla la situación es similar. Según datos facilitados por el Insalud, entre el 20 y el 25% de los 1.300 partos que se atienden anualmente en esta ciudad autónoma corresponden a mujeres marroquíes.

A todos estos datos hay que sumar otro: la escasez de medios con que se trabaja en algunos casos. En Ceuta, el principal problema es la falta de camas. El hospital del Insalud tiene un total de 147, a razón de tres por habitación, lo que hace que haya que prescindir de dos camas en el momento en que sea necesario aislar a un enfermo. El Insalud tiene ya aprobada la construcción de un nuevo hospital, presupuestado en 11.000 millones de pesetas, pero un problema con el Gobierno de la ciudad autónoma, en manos del Grupo Independiente Liberal (GIL), impide por ahora disponer del suelo.

En Melilla el panorama es incluso peor. En Ceuta, sin embargo, la reciente construcción de una unidad de urgencias suficientemente dotada de personal (turnos de tres y cuatro médicos, más un médico y un ATS para el triaje o diagnóstico provisional) ha permitido reducir a cero la espera.

La desgracia ocurrida con la niña marroquí Yousra el Founti y otras denuncias que se han presentado por demoras excesivas demuestran que en Melilla las urgencias están saturadas. El tiempo medio de espera, según UGT, supera en los meses de verano las tres horas. Melilla carece de triaje, cuenta con unas instalaciones pequeñas y anticuadas y el servicio lo atienden sólo dos médicos por turno. Actualmente se están ampliando las instalaciones. Mientras, los melillenses que pueden permitírselo suscriben un seguro privado con Asisa, entidad que posee una clínica en Melilla, para acudir allí en caso de urgencia. Si la clínica no tiene medios para curarlos, al menos el diagnóstico se emplea como salvoconducto para acelerar la atención en la pública.Tanto el hospital de Ceuta como el de Melilla tienen la categoría de comarcal, como corresponde por su población. Esto impide que puedan contar con más servicios, aunque, debido a su aislamiento, tienen diálisis, endoscopia y UCI. Pero no son centros diseñados para la demanda que soportan. "Lo que hay que ver", señala el delegado del Gobierno en Melilla, Arturo Esteban, "es si un centro diseñado para 68.000 personas puede atender a 300.000".

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