Un juez británico pide opinión médica para separar a las siamesas

La operación sacrificaría a una de las dos

Alan Hilton Ward, uno de los tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres que deberá pronunciarse sobre la separación de las siamesas Jodie y Mary, nacidas en agosto en Manchester, pidió ayer una segunda opinión médica antes de decidir si las niñas deben ser operadas contra el deseo de sus padres. Dado que ambas comparten un solo corazón y pulmones, la intervención supondría la muerte de la más débil, Mary, que es mantenida con vida gracias al oxígeno bombeado por su hermana Jodie.El caso llegó a apelación después de que el Tribunal Supremo autorizara a los médicos del hospital de Saint Ma...

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Alan Hilton Ward, uno de los tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres que deberá pronunciarse sobre la separación de las siamesas Jodie y Mary, nacidas en agosto en Manchester, pidió ayer una segunda opinión médica antes de decidir si las niñas deben ser operadas contra el deseo de sus padres. Dado que ambas comparten un solo corazón y pulmones, la intervención supondría la muerte de la más débil, Mary, que es mantenida con vida gracias al oxígeno bombeado por su hermana Jodie.El caso llegó a apelación después de que el Tribunal Supremo autorizara a los médicos del hospital de Saint Mary a separarlas. Los cirujanos sostienen que Jodie puede superar la operación. Es un bebé alegre y vivaz que succiona con fuerza su chupete y está alerta. Mary, por el contrario, depende de su hermana para sobrevivir. Según los expertos, "Jodie es su ventilación asistida, porque de ella proceden la sangre y el oxígeno que necesita".

Para los padres, católicos procedentes de Europa del Este y que han preferido mantenerse en el anonimato, la situación es insostenible. Abrumados por la perspectiva de tener que elegir entre sus hijas y dejar morir a una para intentar salvar a la otra, apelaron la decisión del Supremo por motivos religiosos y personales. "No podemos escoger. Es mejor que las dejen en paz y la naturaleza siga su curso".

Según los pediatras, que pidieron permiso a los tribunales para separarlas, si no se las interviene ambas pequeñas morirán en un plazo de tres a seis meses. Jodie no resistirá el esfuerzo de "vivir por dos". Precisamente eso es lo que el juez Ward desea confirmar para poder emitir un fallo que le deje moralmente tranquilo.

"Ëste es un caso atroz con repercusiones éticas y médicas y que afectan también a la opinión pública. Valdría la pena asegurarnos de las posibilidades de supervivencia de la niñas", dijo ayer, después de que los abogados de los padres pidieran que fueran tratadas con ecuanimidad.

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