Ibarretxe y los nacionalistas vascos condenan a ETA, pero no anuncian su salida de Lizarra

Tanto el lehendakari, Juan José Ibarretxe, como el PNV y EA, socios en el Gobierno vasco, lanzaron ayer un duro ataque contra ETA, pero no anunciaron ningún paso para abandonar los órganos de decisión del Pacto de Lizarra, tal y como les piden el PP y el PSOE. Exigieron a los terroristas que abandonen las armas, pero, salvo que sus ejecutivas adopten un acuerdo en otro sentido, seguirán en la comisión permanente de Lizarra, así como en la Asamblea de Municipios, Udalbiltza, y en la de apoyo a los presos, Batera. "ETA ha cometido de nuevo un acto de cobardía suprema", concluyó Ibarretxe.
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Tanto el lehendakari, Juan José Ibarretxe, como el PNV y EA, socios en el Gobierno vasco, lanzaron ayer un duro ataque contra ETA, pero no anunciaron ningún paso para abandonar los órganos de decisión del Pacto de Lizarra, tal y como les piden el PP y el PSOE. Exigieron a los terroristas que abandonen las armas, pero, salvo que sus ejecutivas adopten un acuerdo en otro sentido, seguirán en la comisión permanente de Lizarra, así como en la Asamblea de Municipios, Udalbiltza, y en la de apoyo a los presos, Batera. "ETA ha cometido de nuevo un acto de cobardía suprema", concluyó Ibarretxe.

Las condenas a ETA por parte de los nacionalistas vascos fueron unánimes y contundentes. Todos reiteraron a la banda terrorista que tiene que respetar a la sociedad vasca, abandonar las armas y desaparecer, y sugirieron que su barbarie también tiene sometida a Euskal Herritarrok, la versión institucional de Herri Batasuna.El lehendakari, Juan José Ibarretxe, puso el acento en el hecho de que la compañera sentimental del concejal asesinado, Manuel Indiano, esté embarazada, "Su hijo será un huérfano sin haber nacido", dijo apesadumbrado; "qué enorme desgracia para una sociedad que quiere construir su futuro en paz y libertad".

Para Ibarretxe, el discurso de ETA es una falsedad porque "habla de democracia, pero no sabe qué es la democracia". "Está contra todos y especialmente contra la sociedad vasca", agregó. El presidente vasco -por la mañana expresó su apoyo a las iniciativas del Partido Popular (PP) tras el nuevo atentado de la organización criminal, pero por la tarde participó en la manifestación de Zumárraga con un lema distinto- criticó que la banda haya vuelto a hacer lo único que sabe hacer: "Matar y asesinar, lo cual es una cobardía suprema".

Un tono severo con la banda que también exhibió el Partido Nacionalista Vasco (PNV). En un comunicado oficial, aseguró que ETA camina directamente hacia el aislamiento y "demuestra ser una máquina que provoca horror" porque no respeta los derechos humanos ni la palabra de la sociedad vasca.

El partido de Xabier Arzalluz entiende que ETA, "desde códigos impositivos", somete también por la fuerza a su mundo "político y sociológico" -en referencia a Herri Batasuna y Euskal Herritarrok-, destrozando cualquier vía de desarrollo político civilizado. Y concluye: "HB, tan preocupada con el sufrimiento que padece la sociedad vasca, observará que son precisamente ETA con sus acciones y la denominada kale borroka [terrorismo urbano] los auténticos generadores de sufrimiento en esta sociedad".

Euskal Herritarrok advirtió el pasado lunes a la Ertzaintza de que, de no dar un giro de 180 grados en su actual actitud contra ETA, "va a aumentar el sufrimiento de la sociedad".

Eusko Alkartasuna, por su parte, también condenó el asesinato y realizó un llamamiento a los partidos: "Para que, por vías de diálogo exclusivamente, nos esforcemos en buscar las fórmulas que den con la solución del problema político en nuestro país".

Junto a las condenas oficiales de los partidos, varios miembros del PNV hicieron declaraciones de protesta contra ETA y de solidaridad con la familia de la víctima.